¿Las manos del campeón?

Gracias al penal que atajó Chichizola en tiempo adicionado, River es puntero y sueña con el título

IMPRESIONANTE. Leandro Chichizola acaba de contener el fuerte disparo de Sebastián Saja. Esa ataja le dio el triunfo al equipo que dirige Ramón Díaz. IMPRESIONANTE. Leandro Chichizola acaba de contener el fuerte disparo de Sebastián Saja. Esa ataja le dio el triunfo al equipo que dirige Ramón Díaz.
Impresionante. Esa atajada de Leandro Chichizola para sacar el penal de su colega Sebastián Saja cuando el partido se moría le dio a River la punta compartida con Gimnasia y Esgrima La Plata, a la hora señalada, muy cerca de la bandera a cuadros del torneo Final.

Con la electricidad de Daniel Villalba, la potencia de Carlos Carbonero, el olfato de Fernando Cavenaghi, y sobre todo con las manos de su arquero, el “millonario” festejó un 3-2 sobre Racing que lo pone en la antesala del título.

El primer tiempo se jugó en el Monumental y en el Bosque. Los “milonarios” prestaban igual atención a lo que pasaba en Ñuñez y a lo que sucedía con Gimnasia contra Lanús. Y a la hora de irse al descanso, el escenario era ideal: ventaja de 2-1 en la cancha y la noticia de que el “lobo” había igualado con el “granate”.

La victoria se construyó sobre los cimientos de un Villalba más armador que Manuel Lanzini y más profundo que cualquier otro delantero de River en lo que va del torneo. El “Keko” fue clave, como en aquel triunfo sobre Lanús: a él le cometieron un penal dudoso -después de uno claro sobre Carbonero- que Cavenaghi -cortó una sequía de siete fechas- cambió por gol. Pero el equipo de Ramón Díaz retrocedió más de la cuenta en el campo. Y le dio vida al tímido Racing. Otra vez, como en Bahía Blanca, pagó un alto precio por una pelota parada que Diego Villar no desaprovechó para igualar el cotejo.

Sin embargo, River volvió a golpear en el momento justo, a los 43’, porque volvió a aparecer el “Keko”. Para limpiar rivales por la derecha, aplicar el freno y asistir a Carbonero. El colombiano, desde las puertas del área, fusiló a Saja para meter su sexto gol en el torneo. Cavenaghi, con un tacazo, puso el 3-1. ¿Partido terminado? Nunca, si es River el que juega. Palo de Lanzini y otra vez sopa. Por eso, en lugar de goleada hubo descuento de Gabriel Hauche.

Ya no estaba el “Cavegol”, tampoco Cristian Ledesma, reemplazado por Matías Kranevitter. Y este Racing habitualmente amarrete, esta vez con coraje, vio que podía empatarlo. Jonatan Maidana se fue expulsado y Ariel Rojas cometió una mano en forma insólita para que Saja tuviera su chance en el tercer minuto añadido, para que festejaran los hinchas de Gimnasia, de Lanús, de Godoy Cruz, de Boca. Pero Chichizola voló abajo, a su izquierda, para atajar y asegurar el triunfo y la punta. Una atajada gana-campeonato, quizás.

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