Abrir la puerta de la escuela para ir a crear

En el “Ojo al piojo itinerante” los chicos ven otro tipo de cine. Es uno de los talleres que ofrece esta semana el VII Mayito de las Letras

EN LA SALA. El presentador apura la introducción; el público de cinco años está ansioso porque se apaguen las luces y comience la magia del cine. la gaceta / foto de diego araoz EN LA SALA. El presentador apura la introducción; el público de cinco años está ansioso porque se apaguen las luces y comience la magia del cine. la gaceta / foto de diego araoz

Alejandro Ghirlanda se presentó ante los jardines de infantes de la Escuela Normal: “hicimos los bolsos y trajimos las pelis de Rosario para compartirlas con ustedes; allá hacemos un festival de cine para chicos que se llama Ojo al piojo”. El solo nombre del endémico invasor de cabezas provocó la risa generalizada del público.

- Los conocemos, nos rascamos todo el día, dijo, socarrón, un alumno haciendo el gesto.

- Veamos ya las pelis, exigió otro.

En el auditorio del Ente Cultural empezaba otra divertida función del Taller itinerante del Festival Ojo al piojo, en el marco del VII Mayito de las Letras.

A lo largo de la semana el taller se dirigió en distintos turnos, por niveles, de jardín hasta el secundario, de establecimientos públicos y privados. Los alumnos fueron a ver cortometrajes de producción nacional e internacional -premiados por jurado y público- en el festival anual que organiza la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario (Santa Fe).

Ghirlanda es actor y técnico diseñador de luces, a cargo de la coordinación técnica en el Centro Audiovisual rosarino; pero también dirigió cortos y documentales e intervino en la producción cinematográfica. “La idea no es sólo proyectar cortometrajes. Los presentamos y enseñamos qué es un corto, un largo, un documental, ficción, cómo se hace un dibujo animado, una animación, un stop motion con material de escuela o con actores, es decir un pantallazo general sobre la realización audiovisual -informa-. A los docentes les entregamos guías para que trabajen en el aula sobre el lenguaje audiovisual y el material que proyectamos”.

Los temas de las películas son los derechos de la infancia, los derechos humanos, la ecología o la mera diversión.

“Pasamos videos realizados por alumnos secundarios en taller y también pelis hechas por chicos de cinco años -señala-. Desde hace un tiempo nuestra política es compartir lo que tenemos. No es material que se pueda ver en la tele ni en el cine comercial; es material que se mueve en circuito de festivales”.

Le planteamos al coordinador cómo se atrae a chicos que en su mayoría tienen cultura televisiva, y muy poca fuera del cine comercial. “Es estimulante ver a los chicos engancharse con este material que nada tiene que ver con lo comercial. Si van al cine, compran el pochoclo, se sientan, miran una hora y media de película y no se comenta nada. Nuestro material dura entre 5’ y 8’. En una hora charlamos, pasamos seis filmes o nueve de 2’ a 3’. Los sienta a los chicos de otra manera, a concentrarse, sobre todo los más chiquitos, y ven algo distinto. No ven a los personajes que tienen pegados en la mochila o en la cartuchera. Son otros personajes, pasan otras cosas, y vienen de otros lugares del mundo. Aprenden a ver otro cine. Los chicos generan al toque un lazo afectivo y agradecen a la salida”.

Uno a uno, cada cortometraje superaba al anterior en creatividad y en estética. Los chiquitos de delantal rojo lo agradecieron, risa tras risa, aplausos y griterío.

“Había una vez un hada que conoció un pueblo nuevo donde hizo cinco amigas nuevas. Se llamaba Atenea. Cierta vez corrían riesgo porque los humanos querían talar los árboles donde ellas vivian. Hicieron un hechizo y se salvaron. Desde entonces Atenea pudo hacer muchas más amigas y tuvo muchas más aventuras”.

Ayelén (11 años), alumna de la Escuela Mate de Luna, hace una síntesis del cuento que escribió a la salidad del Taller La hora del cuento, a cargo de la escritora y docente Liliana Bliman, en la sala Lola Mora del Ente Cultural.

“Yo también escribí sobre las hadas”, acota Luján, y muestra la hoja de cartulina anaranjada manuscrita. Otro chico bajito exclama entusiasmado: “¡yo escribí sobre la mosca!”

Mariano cuenta su fascinación de los seres de la mitología griega a los que conoció en el grado. Él y un compañero eligieron como personaje de su cuento un Minotauro.

“Segun la mitología es mitad humano mitad toro; tiene cuernos y come humanos”, explica muy serio Lisandro.

Maestras y tallerista
“Cuando me enteré del Mayito (por LA GACETA) lo primero que pensé fue: es una experiencia que los chicos tienen que vivir. Porque no es lo mismo leer un libro o que lea tu docente a que lo narre el autor. Es decir, están interactuando el libro con el autor, que siempre está tan lejos. Aquí está la escritora, una persona de carne y hueso. Y nosotros también podemos escribir historias”, afirma la profesora de Lenguas, Viviana Romano.

“Es una experiencia muy linda y la haremos todos los días hasta el viernes porque cada día se trabaja un género diferente. Eso me entusiasmó. Pienso que va ser muy enriquecedor tanto para el alumno como para el docente”, se ilusiona.

La otra maestra, Adriana Paul, opina: “es una instancia distinta, que no se da en la escuela por los tiempos que manejamos, siempre apurados. Me parece una iniciativa muy interesante”.

En cuanto a la tallerista, se planteó partir de sus novelas “La ciudad y los duendes” y “La escoba mágica”.

Las obras de Bliman hablan de Tucumán, del paisaje del paisaje de Raco y El Siambón, del río Noque.

“Trabajamos en la creación de personajes, de duendes con características regionales -apunta Bliman-. ‘La escoba...’ me sirvió para trabajar con otro grupo de más chicos, de ocho a 11 años”.

“Como no pueden venir todos los grados, trabajamos con grupos de edades mezcladas, de nueve a 11 años y de cuatro a seis. La idea es que haya una devolución de lo que yo les cuento. Ellos crearon un personaje y escribieron una historia corta”, señala la escritora.

El primer grupo que hizo el taller fue de chicos de ocho años. “En ese caso trabajamos con una historia de miedo, lo que los estimuló a hablar de sus temores -relata-. Salieron a relucir el trueno, el relámpago, el viento... Les conté un cuento de un chico que le tiede 8 a 11 añosne miedo a la oscuridad, y luego ellos contaron su historia. Por supuesto que además dibujaron, y también hicimos adivinanzas. Fue un buen intercambio y nos enriquecimos mutuamente”.

De pronto la tarde se pobló de gnomos, hadas, una mosca gigante y hasta un minotauro, que se unieron a personajes tucumanos en unas cuantas historias nuevas.

CÓMO SIGUE
(En san martín 251) 

Hoy

-A las 9: “Jugando a contar cuentos mágicos y descubrir virtudes con reina Krissta”, a cargo de Melisa Merkusa (NAC).

-9: Taller de lectoescritura, música y baile, a cargo de Candelaria Rojas Paz. (Espacio Lola Mora).

-A las 10: “Aserrín aserrán… tus derechos aquí están”. Espectáculo para niños a cargo del Teatro Estable de Títeres y Marionetas de la Provincia. Director Carlos López (Sala Hynes O’Connor).

-A las 15: “Pequeño teatro de papel”. Grupo La Valija, coordinado por Gladys Mottes (NAC).

-A las 15: Cuenteros: Narración oral a cargo de Alejandra Jiménez. (Espacio Lola Mora).

Mañana

-A las 9: “Jugando a contar cuentos mágicos y descubrir virtudes con Reina Krissta”, por Melisa Merkusa (NAC).

-9.30: ¿Cómo se escribe un relato corto? Taller a cargo de Adriana Lucero (NAC).

-10: “Aserrín aserrán… tus derechos aquí están”. Espectáculo para niños a cargo del Teatro Estable de Títeres y Marionetas. Director Carlos López (Sala Hynes O’Connor).

-15: Cuenteros: Narración oral de Alejandra Jiménez. (Lola Mora).

-15.30: Presentación de “El libro de mis amores y torbellinos. Blog de Ludovia X”, por María Gabriela De Boëck (NAC).

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