09 Mayo 2014
SÍNTOMAS. Son visibles en el fruto.
En principio se creía que la enfermedad del “Greening” era trasmitida a través de las hojas y las frutas mismas. Sin embargo, la reciente investigación descubrió que el greening provoca una pérdida del 30-50% de las raíces fibrosas del árbol, antes que los síntomas sean visibles en el exterior.
El enverdecimiento de los cítricos atacaría las raíces de las plantas mucho antes que las hojas muestren los síntomas de la enfermedad, esto a pesar que ésta ingresa a los árboles a través de las hojas, demostrando lo importante que son las raíces para el desarrollo de la enfermedad.
“El papel de la infección radical a través de patógenos bacterianos transmitidos por insectos ha sido subestimado”, señaló Evan Johnson, científico asistente en el Instituto de Ciencias Alimentarias y Agrícolas de la Universidad de Florida (UF/AFIS), en un comunicado.
Si bien el “Greening” es transmitido por un diminuto insecto, el psílido asiático de los cítricos, el que succiona la savia de la hoja mientras transmite la bacteria -la que se propaga por el árbol-, Johnson explicó que las bacterias viajan rápidamente hasta las raíces, donde se multiplican, dañan el sistema radicular y se propagan a la copa del árbol hospedero.
Así, la enfermedad comienza a privar al árbol de nutrientes, lo que provoca que la fruta se ponga verde y se deforme. Cabe destacar que esta fruta no es apta para su venta en fresco o para la elaboración de jugos. Además, los árboles infectados mueren en pocos años.
El enverdecimiento de los cítricos atacaría las raíces de las plantas mucho antes que las hojas muestren los síntomas de la enfermedad, esto a pesar que ésta ingresa a los árboles a través de las hojas, demostrando lo importante que son las raíces para el desarrollo de la enfermedad.
“El papel de la infección radical a través de patógenos bacterianos transmitidos por insectos ha sido subestimado”, señaló Evan Johnson, científico asistente en el Instituto de Ciencias Alimentarias y Agrícolas de la Universidad de Florida (UF/AFIS), en un comunicado.
Si bien el “Greening” es transmitido por un diminuto insecto, el psílido asiático de los cítricos, el que succiona la savia de la hoja mientras transmite la bacteria -la que se propaga por el árbol-, Johnson explicó que las bacterias viajan rápidamente hasta las raíces, donde se multiplican, dañan el sistema radicular y se propagan a la copa del árbol hospedero.
Así, la enfermedad comienza a privar al árbol de nutrientes, lo que provoca que la fruta se ponga verde y se deforme. Cabe destacar que esta fruta no es apta para su venta en fresco o para la elaboración de jugos. Además, los árboles infectados mueren en pocos años.