12 Mayo 2014
SÓLIDO. Latvala y el VW Polo, que anduvo por el aire, fueron una combinación ideal para los caminos de Córdoba: el finlandés sacó ventaja el primer día, luego la hizo más grande y ayer supo mantenerla.
Aunque se destaca por ser un piloto veloz, al finlandés Jari-Matti Latvala siempre se lo critica por tener un historial con gran cantidad de abandonos que en la mayoría de las veces terminaron con sus autos destrozados. No obstante, su calidad conductiva le permitió ser miembro de la elite del Campeonato Mundial de Rally. Por eso fue parte del equipo oficial Ford durante mucho tiempo y, desde 2013, representa a Volkswagen.
Con 29 años (nació el 3 de abril de 1985 en Töysä) y una campaña constante en el World Rally Championship (WRC) desde 2005, Latvala encaró el año 2014 con el objetivo de sacarse ese estigma y, al mismo tiempo, conseguir la preciada corona de la especialidad de los derrapes. El primer paso fue contratar a un sicólogo deportivo que lo ayude a controlar esa virtud que varias veces le jugó una mala pasada.
El segundo, aplicar los consejos del profesional y aprovechar las oportunidades que se le presentan. El resultado está a la vista: este año ganó en Suecia y sumó su segunda victoria de la temporada al ganar el 34° Rally de la Argentina, que nuevamente tuvo a Córdoba, Villa Carlos Paz con precisión, como escenario. Con este décimo éxito de su campaña, además, se convirtió en el primer ganador post Sébastien Loeb, vencedor de las anteriores ocho ediciones de la competencia
En unos caminos que se presentaron traicioneros por las malas condiciones climáticas, Latvala aceleró en el momento indicado y se destacó en los tramos más extensos y en los que la regularidad es fundamental. Fue tan bueno su trabajo que ni siquiera el campeón francés Sébastien Ogier, su compañero de equipo, le pudo seguir el ritmo. Latvala terminó el primer día con 17”7/10 de ventaja sobre el galo. En la siguiente jornada estiró esa diferencia a 31”2/10 y finalmente ganó con más de un minuto y medio de ventaja. Tal fue su dominio que el propio Ogier predijo el sábado que sería imposible ganarle a Jari-Matti.
Puede que Ogier haya decidido no arriesgar de más y conformarse con el segundo lugar, un resultado que le ayuda a afirmarse en el primer puesto del campeonato; pero la exhibición de Latvala en suelo cordobés dejó en claro una cosa: no le será fácil defender el título. Tiene un gran rival y está en su propio equipo.
Al-Attiyah ganó
El qatarí Nasser Al-Attiyah, con un Ford Fiesta, fue décimo y se impuso en la WRC2, por delante del peruano Nicolás Fuchs. El paraguayo Diego Domínguez completó el podio en esta clase.
El cordobés-salteño Juan Alonso, con Mitsubishi Lancer Evo IX, único argentino que formó parte de la competencia internacional, se impuso en el grupo de Producción de la WRC2 y fue séptimo en WRC2 a más de 34’ de Al-Attiyah.
Con 29 años (nació el 3 de abril de 1985 en Töysä) y una campaña constante en el World Rally Championship (WRC) desde 2005, Latvala encaró el año 2014 con el objetivo de sacarse ese estigma y, al mismo tiempo, conseguir la preciada corona de la especialidad de los derrapes. El primer paso fue contratar a un sicólogo deportivo que lo ayude a controlar esa virtud que varias veces le jugó una mala pasada.
El segundo, aplicar los consejos del profesional y aprovechar las oportunidades que se le presentan. El resultado está a la vista: este año ganó en Suecia y sumó su segunda victoria de la temporada al ganar el 34° Rally de la Argentina, que nuevamente tuvo a Córdoba, Villa Carlos Paz con precisión, como escenario. Con este décimo éxito de su campaña, además, se convirtió en el primer ganador post Sébastien Loeb, vencedor de las anteriores ocho ediciones de la competencia
En unos caminos que se presentaron traicioneros por las malas condiciones climáticas, Latvala aceleró en el momento indicado y se destacó en los tramos más extensos y en los que la regularidad es fundamental. Fue tan bueno su trabajo que ni siquiera el campeón francés Sébastien Ogier, su compañero de equipo, le pudo seguir el ritmo. Latvala terminó el primer día con 17”7/10 de ventaja sobre el galo. En la siguiente jornada estiró esa diferencia a 31”2/10 y finalmente ganó con más de un minuto y medio de ventaja. Tal fue su dominio que el propio Ogier predijo el sábado que sería imposible ganarle a Jari-Matti.
Puede que Ogier haya decidido no arriesgar de más y conformarse con el segundo lugar, un resultado que le ayuda a afirmarse en el primer puesto del campeonato; pero la exhibición de Latvala en suelo cordobés dejó en claro una cosa: no le será fácil defender el título. Tiene un gran rival y está en su propio equipo.
Al-Attiyah ganó
El qatarí Nasser Al-Attiyah, con un Ford Fiesta, fue décimo y se impuso en la WRC2, por delante del peruano Nicolás Fuchs. El paraguayo Diego Domínguez completó el podio en esta clase.
El cordobés-salteño Juan Alonso, con Mitsubishi Lancer Evo IX, único argentino que formó parte de la competencia internacional, se impuso en el grupo de Producción de la WRC2 y fue séptimo en WRC2 a más de 34’ de Al-Attiyah.