21 Mayo 2014
BUENOS AIRES.- Ex director de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía y testigo clave del caso Ciccone, José Guillermo Capdevilla, se refirió esta mañana a su decisión de dejar el país tras haber denunciado una serie de amenazas que sufrió junto a su familia, luego de declarar ante la Justicia y comprometer con su testimonio al vicepresidente Amado Boudou.
"Prefiero ser un exiliado en democracia y no ser el nuevo Julio López", manifestó en diálogo con radio Ciudad. "No tengo miedo, no, (porque) no estoy en mi país, me he tenido que ir. Estoy dolido, preocupado, desilusionado", deslizó, según consignó el diario "La Nación".
"Tuve mucho más de lo que se sabe y (de lo que) dije. Por eso la decisión (de irme) fue bastante intempestiva. Me pasé sin dormir varios días, preparando valijas y la salida del país”, agregó.
Capdevilla aseguró que él y su familia experimentaron falta de seguridad, al tiempo que consideró que si bien ahora no están dadas las condiciones para ampliar su declaración como testigo, no descartó hacerlo en el futuro. "Ya hice la declaración y cuando estén dadas las condiciones lo haré, porque no sirve un testigo muerto", expresó en radio Continental.
"El expediente es claro y lo está ratificando el fiscal. El doctor Pirota (abogado de Boudou) me trató de que miento. Debería leer, si quiere defender bien a su defendido, informarse y leer bien la causa. Nunca aconsejé al hoy vicepresidente y en ese momento ministro, firmar esa nota", lanzó.
Capdevilla aseguró que nadie lo llamó para brindarle seguridad o sumarlo al programa de testigos protegidos. "Nadie me llamó, ni un juez ni un fiscal, nadie me hizo un ofrecimiento de darme seguridad. Uno se siente un poco solo... Son poderes muy grandes", expresó.
El vicepresidente Amado Boudou es investigado por su actuación en el levantamiento de la quiebra de la imprenta de billetes Ciccone Calcográfica.
"Prefiero ser un exiliado en democracia y no ser el nuevo Julio López", manifestó en diálogo con radio Ciudad. "No tengo miedo, no, (porque) no estoy en mi país, me he tenido que ir. Estoy dolido, preocupado, desilusionado", deslizó, según consignó el diario "La Nación".
"Tuve mucho más de lo que se sabe y (de lo que) dije. Por eso la decisión (de irme) fue bastante intempestiva. Me pasé sin dormir varios días, preparando valijas y la salida del país”, agregó.
Capdevilla aseguró que él y su familia experimentaron falta de seguridad, al tiempo que consideró que si bien ahora no están dadas las condiciones para ampliar su declaración como testigo, no descartó hacerlo en el futuro. "Ya hice la declaración y cuando estén dadas las condiciones lo haré, porque no sirve un testigo muerto", expresó en radio Continental.
"El expediente es claro y lo está ratificando el fiscal. El doctor Pirota (abogado de Boudou) me trató de que miento. Debería leer, si quiere defender bien a su defendido, informarse y leer bien la causa. Nunca aconsejé al hoy vicepresidente y en ese momento ministro, firmar esa nota", lanzó.
Capdevilla aseguró que nadie lo llamó para brindarle seguridad o sumarlo al programa de testigos protegidos. "Nadie me llamó, ni un juez ni un fiscal, nadie me hizo un ofrecimiento de darme seguridad. Uno se siente un poco solo... Son poderes muy grandes", expresó.
El vicepresidente Amado Boudou es investigado por su actuación en el levantamiento de la quiebra de la imprenta de billetes Ciccone Calcográfica.
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