04 Junio 2014
PREMIO. Enzo Pérez, que lucha con Mascherano, entró en la lista de 23.
BUENOS AIRES.- Según Enzo Pérez, que Alejandro Sabella lo haya confirmado dentro de la grilla de 23 futbolistas argentinos que irán al Mundial fue como recibir un regalo del cielo. Vaya sorpresa la que se llevó el volante de Benfica, de Portugal. “Me sentí adentro cuando Alejandro dio la lista. Para mí también fue una sorpresa. En los últimos tiempos no había sido convocado pero nunca perdí las esperanzas”, comentó el mendocino, quien formó parte junto al DT Selección del Estudiantes campeón de América 2009 y del torneo local en 2010.
Pérez señaló que al conocer su inclusión definitiva experimentó una mezcla de “felicidad, angustia y tristeza” por sus compañeros marginados, el defensor Nicolás Otamendi más los mediocampistas Ever Banega y José Sosa.
“Compartí habitación con Otamendi en estos días y nos reíamos porque salíamos en todos los programas como las dudas de la lista final. Si me tocaba quedar afuera, iba a estar agradecido de haber estado”, sostuvo en diálogo con “TyC Sports”.
Consultado por su actitud ante los desafectados, el ex Godoy Cruz admitió: “No sabía qué hacer con ellos, si darles un abrazo o hablar. También quería ver cómo reaccionaban. Pero después de un rato fui a abrazarlos uno por uno y les deseé lo mejor”.
Pérez, de 28 años, jugó apenas un partido en el ciclo de Sabella, que lo dirigió en Estudiantes y eso fue lo que terminó inclinando la balanza a su favor. (Télam y especial)
Pérez señaló que al conocer su inclusión definitiva experimentó una mezcla de “felicidad, angustia y tristeza” por sus compañeros marginados, el defensor Nicolás Otamendi más los mediocampistas Ever Banega y José Sosa.
“Compartí habitación con Otamendi en estos días y nos reíamos porque salíamos en todos los programas como las dudas de la lista final. Si me tocaba quedar afuera, iba a estar agradecido de haber estado”, sostuvo en diálogo con “TyC Sports”.
Consultado por su actitud ante los desafectados, el ex Godoy Cruz admitió: “No sabía qué hacer con ellos, si darles un abrazo o hablar. También quería ver cómo reaccionaban. Pero después de un rato fui a abrazarlos uno por uno y les deseé lo mejor”.
Pérez, de 28 años, jugó apenas un partido en el ciclo de Sabella, que lo dirigió en Estudiantes y eso fue lo que terminó inclinando la balanza a su favor. (Télam y especial)