15 Junio 2014
RECIFE.- ¿Bastó la sola presencia de Didier Drogba para que los africanos den vuelta un partido complicadísimo ante Japón? Si bien no anotó, el mejor jugador en la historia de ese país, pudo ayudar a sus compañeros a jugar mejor de varias maneras y convirtió ese preocupante 0-1 en un 2-1 que les da buenas perspectivas de cara a los octavos de final en el grupo C.
Los asiáticos hicieron los deberes a la perfección en el primer tiempo. Presión constante a un equipo que divagaba desorientado por el campo de la Arena Pernambuco en Recife, al norte de Brasil.
Kesiuke Honda capitalizó ese dominio con un derechazo fulminante promediando esa primera etapa y todas las miradas se pusieron sobre Sabri Lamouchi, el entrenador de los “elefantes”. Tenía en el banco a Drogba, uno de los delanteros más importantes del mundo y si la presión por ponerlo en el 0-0 era importante, con el 0-1, creció más.
Tanto así, que lo mandó a la cancha (sin ningún tipo de dolencia a la vista) y todo empezó a cambiar. Llevándose marcas, repartiendo el juego, Costa de Marfil consiguió el empate y el gol del triunfo en cuestión de dos minutos.
Centros precisos de Serge Aurier para que aparezcan Wilfried Bony y Gervinho fueron suficientes para doblegar a los japoneses que empezaron con todo pero se quedaron sin nada. (Especial)
Los asiáticos hicieron los deberes a la perfección en el primer tiempo. Presión constante a un equipo que divagaba desorientado por el campo de la Arena Pernambuco en Recife, al norte de Brasil.
Kesiuke Honda capitalizó ese dominio con un derechazo fulminante promediando esa primera etapa y todas las miradas se pusieron sobre Sabri Lamouchi, el entrenador de los “elefantes”. Tenía en el banco a Drogba, uno de los delanteros más importantes del mundo y si la presión por ponerlo en el 0-0 era importante, con el 0-1, creció más.
Tanto así, que lo mandó a la cancha (sin ningún tipo de dolencia a la vista) y todo empezó a cambiar. Llevándose marcas, repartiendo el juego, Costa de Marfil consiguió el empate y el gol del triunfo en cuestión de dos minutos.
Centros precisos de Serge Aurier para que aparezcan Wilfried Bony y Gervinho fueron suficientes para doblegar a los japoneses que empezaron con todo pero se quedaron sin nada. (Especial)
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