23 Junio 2014
ESTRELLA. La obra de la imagen pertenece al alemán Gerard Richter, uno de los artistas vivos que más vende en el mercado internacional. basel.com
Desde hace tiempo que se viene afirmando que el arte contemporáneo se ha convertido en un refugio del capital internacional. La feria Art Basel, que tiene lugar en la misma Basilea (Suiza), no ha hecho sino confirmar esta afirmación, con la venta de obras en cifras millonarias, algunas de las cuales han significado verdaderos récords.
En total, 285 galerías de más de 34 países muestran sus obras más valiosas en esta cita; obras de más de 1.700 artistas de los siglos XX y XXI, desde Georg Baselitz a Pablo Picasso, Paul Klee, Gerhard Richter o Jeff Koons.
Así, un delfín de acero de Koons cambió de dueño en la galería neyorquina David Zwirner por más de 47,7 millones de dólares, mientras que por una obra de gran formato de Kazuo Shiraga se pagó 1,8 millones de euros en la berlinesa Georg Nothelfer. Y antes de que la feria abriera sus puertas al público también se vendió el lienzo de gran formato de Kiefer “Sefer Hechaloth” por 900.000 euros en la londinense Marlborough Fine Art.
Expansión
Desde su fundación, en 1970, la Art Basel se ha expandido y actualmente cuenta con presencia en tres continentes: en 2002 abrió su primera filial en Miami Beach y un año más tarde siguió Hong Kong. Así, además de la de junio, hay otras dos citas al año -finales de diciembre y mediados de mayo-, pero no parecen minar los recursos de los expositores, como han demostrado estos días de público VIP.
Este año llamó la atención que los artistas asiáticos ya no sólo están representados mayoritariamente en galerías de China y Japón. “Se han descubierto los aspectos estilísticos en común. Los coleccionistas ya no distinguen entre chinos, japoneses y artistas occidentales”, afirma Lock Kresler, de la galería neoyorquina Dominique Lévy.
Ai Weiwei, Takashi Murakami, Yayoi Kusama, Zeng Fanzhi o Katsura Funakoshi se sitúan entre los favoritos de las galerías tanto europeas como americanas.
No obstante, por los pasillos de la feria no se ve esta vez a tantas estrellas de Hollywood como antaño. En cambio, hay más asesores y coleccionistas chinos, entre ellos el empresario musical Qiao Zhibing. Este último, que también es dueño de un club nocturno en Shanghai, comenzó con sus andadurías en el mercado del arte en 2006 y planea reunir en un futuro próximo su colección de arte chino y occidental en un museo privado.
La novedad de esta edición es que las galerías emergentes ya no están separadas como antaño de aquellas más consolidadas.
De todos modos, si nos centramos en la segunda mitad del siglo XX, ahí las estrellas indiscutibles son Andy Warhol y Richter. El primero es, según la consultora Artprice, el artista que más facturó durante el año pasado en el mercado.
En total, 285 galerías de más de 34 países muestran sus obras más valiosas en esta cita; obras de más de 1.700 artistas de los siglos XX y XXI, desde Georg Baselitz a Pablo Picasso, Paul Klee, Gerhard Richter o Jeff Koons.
Así, un delfín de acero de Koons cambió de dueño en la galería neyorquina David Zwirner por más de 47,7 millones de dólares, mientras que por una obra de gran formato de Kazuo Shiraga se pagó 1,8 millones de euros en la berlinesa Georg Nothelfer. Y antes de que la feria abriera sus puertas al público también se vendió el lienzo de gran formato de Kiefer “Sefer Hechaloth” por 900.000 euros en la londinense Marlborough Fine Art.
Expansión
Desde su fundación, en 1970, la Art Basel se ha expandido y actualmente cuenta con presencia en tres continentes: en 2002 abrió su primera filial en Miami Beach y un año más tarde siguió Hong Kong. Así, además de la de junio, hay otras dos citas al año -finales de diciembre y mediados de mayo-, pero no parecen minar los recursos de los expositores, como han demostrado estos días de público VIP.
Este año llamó la atención que los artistas asiáticos ya no sólo están representados mayoritariamente en galerías de China y Japón. “Se han descubierto los aspectos estilísticos en común. Los coleccionistas ya no distinguen entre chinos, japoneses y artistas occidentales”, afirma Lock Kresler, de la galería neoyorquina Dominique Lévy.
Ai Weiwei, Takashi Murakami, Yayoi Kusama, Zeng Fanzhi o Katsura Funakoshi se sitúan entre los favoritos de las galerías tanto europeas como americanas.
No obstante, por los pasillos de la feria no se ve esta vez a tantas estrellas de Hollywood como antaño. En cambio, hay más asesores y coleccionistas chinos, entre ellos el empresario musical Qiao Zhibing. Este último, que también es dueño de un club nocturno en Shanghai, comenzó con sus andadurías en el mercado del arte en 2006 y planea reunir en un futuro próximo su colección de arte chino y occidental en un museo privado.
La novedad de esta edición es que las galerías emergentes ya no están separadas como antaño de aquellas más consolidadas.
De todos modos, si nos centramos en la segunda mitad del siglo XX, ahí las estrellas indiscutibles son Andy Warhol y Richter. El primero es, según la consultora Artprice, el artista que más facturó durante el año pasado en el mercado.
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