Por ahora, un empate técnico

El juez Thomas Griesa le devolvió la pelota de decisiones a la Argentina. No quiso quedar como el padre del "default" técnico del país.

Si fuera ajedrez, la pelea judicial entre los "holdouts" y el Gobierno sería tablas. Si lo trasladamos al terreno futbolístico, debemos hablar de un empate 1 a 1. Pero la Argentina comienza a jugar el alargue en la batalla ante los tribunales estadounidenses. El juez Thomas Griesa devolvió el balón de las decisiones a la gestión de la presidenta Cristina Fernández. No quiso quedar como el padre del "default" técnico de la Argentina. Abrió la cancha; impidió -por ahora- que el Gobierno pague el lunes el cupón de los vencimientos de los bonos en poder de acreedores reestructurados y, al mismo tiempo, ordenó al Ejecutivo sentarse a negociar con los "holdouts". Todo sigue igual. El lunes, la Argentina no entrará en cesación de pagos. Los mercados están apostando todavía a un arreglo integral y al retorno del país al mercado voluntario de crédito internacional. El fantasma de los embargos se esfumó momentáneamente y se impuso la voluntad de pago del país. ¿Cómo puede afectar la economía la decisión de Griesa?

- El mercado ya había interpretado que no había otra vía de solución que la negociación entre las partes. Por esa razón, no hay fuertes volatilidades en el valor de las acciones.

- Se juega un alargue de 30 días y Griesa obligó al Gobierno a negociar. Ni al Ejecutivo, ni al juez ni a los "holdouts" le convienen un escenario de default.

- Los analistas creen que el dólar (en todos sus colores) seguirá también en un impasse hasta tanto se resuelva la cuestión.

- La economía real sintió hace tiempo el efecto de la recesión. La decisión sobre los "holdouts" pone nubes para el futuro, porque el presente se mueve al ritmo de la inflación y de la caída de la actividad industrial.

- El Gobierno puede llegar a decidir hacer un pago voluntario a los fondos buitre y negociar el saldo para los próximos períodos, a partir de 2015. De esa manera, evitaría un efecto en cadena de reclamos de bonistas ya reestructurados en 2005 y 2010. Pero algo han dejado en claro: los que entraron al canje no quieren que la Casa Rosada cambie las condiciones y se ampare en la legislación argentina.

 -Lo peor de todo es el factor "riesgo". La evolución de la economía argentina dependerá -en gran medida- de los resultados que logre el Gobierno en esta batalla judicial. Si logra un acuerdo con los "holdouts", en julio se instrumentará también el pago de la primera cuota de la deuda con el Club de París. Si ese es el caso, a más tardar hacia fines de este año, la gestión podría estar volviendo al mercado de crédito externo. Si no hay entendimiento con los deudores, la Argentina seguirá viviendo "al contado", lo que implicará seguir financiando el déficit con más emisión monetaria. En otras palabras, más inflación.

Comentarios