Él le entregó el alma al fueye. Ella dotó de alma al canto en esta parte del mundo. En estos días recordamos que el 9 de julio de 1935 nació Mercedes Sosa, y el 14, hace 100 años, Aníbal “Pichuco” Troilo. Nada que ver con placas, ofrendas o bronces: ambos mitos populares brotan sin querer en cada nuevo acorde. Son ídolos y, como tales, en ellos seguimos proyectando identificaciones.

El Bandoneón mayor de Buenos Aires produjo música en los 40, la edad dorada del tango. Compositor, director y arreglador, construyó un discurso estético único y lo unió a su figura de troesma, bohemio y gordo bueno.

Más nuestra es la entrañable “Negra” Sosa, y su historia de exilio, vuelta y entronización definitiva como La Voz de América.

Tan metidos en los corazones argentinos y, al mismo tiempo, inalcanzables en su respectiva dimensión artística, Pichuco y La Negra sembraron sus melodías con calidad poética a su altura. Desde aquí sólo podemos agitar -con todo respeto- unas pocas palabras, y que fluya la música. La herencia de Troilo parte desde Contursi -“...Sé que mucho me has querido, tanto tanto como yo...”- hasta mediados de los 70, con Ferrer -“... Este es tu tango, poquita cosa y tanta vida con vos vivida”-. En el medio El Gordo y sus poetas nos regalan Barrio de tango, Sur, Garúa y La última curda, entre más de 60 tangazos.

Allá por el 66, en el primer hit La Negra, por voluntad de Hamlet Lima Quintana anunciaba: “...Con el cuero asombrado me iré/ ronca al gritar que volveré/ repartida en el aire, a cantar, siempre...” En 2009, uno de los últimos estribillos que cantó, de y con, el Flaco Spinetta fue: “Ya lo estoy queriendo/ ya me estoy volviendo canción/ barro tal vez.../ Y es que esta es mi corteza/ donde el hacha golpeará/ donde el río secará para callar”. Entre Hamlet y Luis Alberto volvió a los 17, dio gracias a la vida, les cantó a Alfonsina, a la cigarra, a Latinoamérica y al mundo.

El cofre del legado está abierto, listo para ser redescubierto en la versión que elijas, a un clic de mouse, en la tablet o en el smartphone.

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