La pelota que no deja de rodar

Que no haya Mundial no nos libra de salir a la cancha a defender la camiseta. El partido de hoy lo jugamos contra adversarios bien conocidos. La formación de nuestros rivales tiene en la delantera a la agresiva inseguridad, desde la tribuna un farmacéutico pide por favor que le dejen de robar. En el medio campo los jugadores -en este caso los legisladores- van y vuelven con el proyecto de Control de higiene urbano, que pretende tener como principal herramienta a la inconstitucional ley de contravenciones. Falta un Mascherano que ponga orden. En la defensa, la presidenta Cristina Fernández trata de impedir el ingreso de los fondos buitres, mientras que Procreauto recién incorporado en el equipo, no encuentra su lugar en la cancha. Para atajar tantos pelotazos aparece la agenda de espectáculos del fin de semana, con tentadoras propuestas locales, que nos devuelve el optimismo. Si la nota le recordó su resaca mundialista, tranquilo, el domingo se juega el clásico entre San Martín y Atlético.

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