Nació el arma capaz de ocultar la realidad: la propaganda

30 Julio 2014
Hace 100 años mucha gente acogió con entusiasmo la Gran Guerra, drama que costaría la vida de 15 millones de personas. Una exposición en Hamburgo, al norte de Alemania, repasa hoy por qué fue así y cómo influyó en esa percepción la propaganda. Dennis Conrad es el curador de la muestra, integrada por más de 400 piezas recogidas en Alemania, Austria-Hungría, Francia, Inglaterra, Rusia e Italia.

A través de pancartas, películas, esculturas, fotos, periódicos y objetos de uso diario como juguetes, además de grabaciones históricas y música de la época, se exhiben las estructuras y métodos más importantes para manipular la opinión pública. Algo que existe actualmente en conflictos bélicos, aunque hayan aparecido nuevos y más sutiles métodos.

En los pósters británicos para fomentar el alistamiento se apela al sentimiento colectivo y la amenaza de la pérdida de imagen pública frente a amigos y familia (”It’s your duty”/“Es tu deber”, se leía). Se recurrió a figuras destacadas como Lord Kitchener con el dedo índice estirado en acción de señalar. Acompañando la imagen se lee la frase: “Your Country needs you”/“Tu país te necesita”.

Cuando los alemanes avanzaban, Inglaterra, Francia y Rusia abogaron por una efectiva propaganda de odio. El artista holandés Louis Raemaekers ilustró con imágenes drásticas las informaciones de las barbaridades que cometían los alemanes.

Para financiar la guerra, en Alemania y en Austria-Hungría millones de personas participaron en acciones multitudinarias en las que se vendían emblemas bélicos. “En la actualidad a eso lo denominaríamos crowdfunding”, dice Conrad. Aun cuando hubo altas cifras de pérdidas humanas la gente seguía creyendo en la guerra. Conrad apunta que la propaganda continua consiguió bloquear la visión de la realidad.

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