Como el clima acompaña, se llevan tres semanas de producción con dos cosechas semanales

Francisco Estrada analizó el problema que provocó la plaga “arañuela”. Buenos mercados y tipo de cambio

EL FRUTO ROJO. Desde hace varias semanas, los tucumanos están consumiendo las jugosas y coloradas frutillas que se venden en los mercados locales.  EL FRUTO ROJO. Desde hace varias semanas, los tucumanos están consumiendo las jugosas y coloradas frutillas que se venden en los mercados locales.
01 Agosto 2014
La frutilla producida en la provincia de Tucumán es un importante componente, más teniendo en cuenta que el cultivo ocupa cerca de 350 hectáreas en el territorio provincial, destacándose por su aporte económico y social a la realidad local, ya que genera una gran captación de mano de obra durante los 6 meses de cosecha, además de ingresos por la industrialización y exportación debido al valor agregado que posee la fruta.

En Tucumán se cultivaron alrededor de 350 hectáreas de frutilla en 2013, y este año se estima una superficie similar a la del año pasado.

Generalmente, la producción de esta fruta se da en la zona de Lules, localidad que hace muchos años se dedica a esta producción, donde conocen perfectamente bien los pormenores que tiene el cultivo. De a poco se fueron incorporando otras zonas pedemontanas, en pequeñas superficies, a medida que van conociendo el cultivo.

La provincia, en general, se encuentra en el tercer puesto a nivel nacional. Recordemos que Tucumán, hace no mucho tiempo, lideró la producción nacional de frutillas con mas del doble de hectáreas que posee actualmente. La supera Buenos Aires, que en el mismo período incrementó el área cultivada con frutilla, y Santa Fe, que la mantuvo.

En este año, en Tucumán, las perspectivas de un mercado interno de fruta fresca es interesante, sumado a un mercado de exportación de congelado que siempre quiere nuestras frutillas hicieron que los productores cambiaran las variedades cultivadas con respecto al año pasado,

Mayor tolerancia

Variedades como Cammarosa y Camino Real, que cultivamos el año pasado, las dejamos de hacer, por lo que esta campaña plantamos Sabrina, Sabrosa y Splendor. El el caso de Sabrina es una variedad más tolerante a ‘arañuela’, que el año pasado fue una de las plagas que más dolores de cabeza nos dio por su difícil control que tiene en la frutilla, debido a un esquema de trabajo muy sustentable que tenemos, dijo Francisco Estrada productor y presidente de la empresa King Berry.

Nuestra empresa es principalmente productora de arándanos, pero la frutilla, otro berrie, pasó a ser una opción más que interesante para complementar con nuestra actividad principal.

Este año, la plantación en general fue más tardía, debido a que los plantines llegaron un poco más tarde, pero realizamos una muy buena plantación.

Los plantines que usamos son provenientes de viveros del sur del país, que tienen un muy buen comportamiento.

Todo lo que es ‘plantación de primera’ la realizamos casi al límite de la fecha óptima, pero realmente la plantación está muy buena, sobre todo por la calidad de los plantines usados.

Ya a fines de junio empezaron a producir fruta de manera muy pareja, y presenta actualmente un estado sanitario y de producción muy bueno. Incluso, las ‘plantas de segunda’ ya están produciendo.

Por suerte el tiempo acompaña y ya estamos con tres semanas de producción y a un buen ritmo, pasando a cosechar dos veces por semana. “Toda la frutilla que estamos cosechando es destinada al mercado interno de fresco, principalmente al mercado central, y a algunos clientes spot que estamos desarrollando en diferentes ciudades del país”, comentó Estrada.

“El precio actual que se está obteniendo en los mercados frescos es atractivo y aceptable, pero debemos estar atentos y preparados”, ya que si el precio deja de ser bueno debemos empezar a congelar. Todo lo que es mercado fresco es netamente nacional, y el mercado de congelado es para clientes de Estados Unidos y Canadá. Este año estamos viajando de nuevo a cerrar algunos contratos.

“En congelado también trabajamos con algunos clientes argentinos”, que necesitan de fruta para diferentes productos que elaboran.

Por el mundo

En lo referente a la exportación, los precios dependen mucho del tipo de cambio, y de eso depende la rentabilidad final que tengamos, sobre todo cuando se terminaron los aranceles preferenciales en el mercado de EEUU.

Pero “es importante tener una tasa de cambio que permita seguir en carrera con la exportación de congelado”, ya que el mercado interno de fresco es muy sensible cuando sale toda la fruta y su precio cae rápidamente, no pudiendo ni siquiera cosechar.

Por otro lado, “tenemos certificados algunos campos orgánicos y el producto que obtenemos de esos campos si tiene una diferencial de precios interesante”, que además ayuda a compensar la menor producción del cultivo orgánico.

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