Por Eduardo Herrera
10 Noviembre 2014
Emmanuel Gigliotti estiró su racha goleadora y a Boca le alcanzó con eso para quebrar a Tigre. Aunque el “xeneize” está lejos de la disputa por el título en el Torneo de Transición, la victoria por 2 a 0 robustece su ánimo de cara a los dos duelos de superclásico que se avecinan por la Copa Sudamericana, convertido en su objetivo excluyente y el más importante en lo que resta de la temporada.
Quedó a seis puntos de su rival de siempre, que tiene un cotejo postergado. Aunque el foco está puesto en la competencia internacional, Arruabarrena mixturó la formación para enfrentar a los de Victoria con la consigna de volver al triunfo después de la deshilachada actuación contra San Lorenzo.
Los de Gustavo Alfaro amenazaron de entrada con un potente remate de Sebastián Rincón y Boca contestó con tres ataques de peligro, dos de ellos con José Pedro Fuenzalida, que se acopló al buen trabajo de la dupla de volantes Marcelo Meli-Adrián Cubas. El chileno y Nicolás Colazo se ofrecían como salida y participaban del armado ofensivo. Pero Boca debió esperar el segundo tiempo y después de un susto (el ingresado Garate se lo perdió por poco) para encontrar la llave del gol. Entró Andrés Chávez y se potenció el ataque “auriazul”. A él le cometieron el penal. Lo pateó “El Puma”, rechazó García y el mismo ejecutante capitalizó el rebote. Y otro yerro de la zaga tigrense le dejó servido el segundo.
Quedó a seis puntos de su rival de siempre, que tiene un cotejo postergado. Aunque el foco está puesto en la competencia internacional, Arruabarrena mixturó la formación para enfrentar a los de Victoria con la consigna de volver al triunfo después de la deshilachada actuación contra San Lorenzo.
Los de Gustavo Alfaro amenazaron de entrada con un potente remate de Sebastián Rincón y Boca contestó con tres ataques de peligro, dos de ellos con José Pedro Fuenzalida, que se acopló al buen trabajo de la dupla de volantes Marcelo Meli-Adrián Cubas. El chileno y Nicolás Colazo se ofrecían como salida y participaban del armado ofensivo. Pero Boca debió esperar el segundo tiempo y después de un susto (el ingresado Garate se lo perdió por poco) para encontrar la llave del gol. Entró Andrés Chávez y se potenció el ataque “auriazul”. A él le cometieron el penal. Lo pateó “El Puma”, rechazó García y el mismo ejecutante capitalizó el rebote. Y otro yerro de la zaga tigrense le dejó servido el segundo.
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