27 Noviembre 2014
El repudiable ataque en malón, diagramado con inteligencia previa, de un centenar de barras bravas en River no hizo más que blanquear la convivencia en el club de dirigentes con los capos de la pesada tribunera, a quienes la horda fue a buscar en pos de dirimir poder y con él los beneficios que suelen detentar.
El gesto adusto y el enunciado implacable del presidente Rodolfo D’Onofrio de considerarse “particular damnificado” y convertirse en “querellante” intentó mostrarse ostentoso ante la opinión pública y los asociados. En cambio fue tenue la admisión de un “error” por dejar que los barrabravas de la llamada facción oficial, convertidos ayer en víctimas de la violencia que otras veces suelen blandir como estandarte, transiten orondos por cada rincón del club.
A ellos fueron a buscar los criminales y si no hubiesen estado allí el enfrentamiento no hubiese sido en el club, y se hubieran salvado los honorables socios que fueron golpeados y humillados en el derrotero de la patota. Ahora el presidente D’Onofrio dice que los sacará del club, pese a que en marzo varios de ellos fueron detenidos con facas, entradas y carnets en el estacionamiento interno. Siguieron en el club, aún tras hallarlos armados, aún con entradas que ningún dirigente admite dar, como ayer insistió el vicepresidente segundo del club, Matías Patanian, una aclaración que a medida que suceden los hechos va perdiendo consistencia.
El enemigo de River que esta afuera fue a buscar al enemigo de River que está adentro con permiso de la dirigencia que ante la evidencia se muestra arrepentida. La violencia blanqueó una realidad y al fin una decepción en estos nuevos aires que soplan en River.
BUENOS AIRES.- El presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, asumió como un “error” la presencia de barra bravas en el Monumental y aseguró que los echará del club, al igual que a los integrantes de la facción disidente que ingresaron por la fuerza y sean identificados como socios de la institución.
La Justicia tiene tres imputados por el hecho a la espera de que sean detenidos, luego de haberlos identificado en los videos de las cámaras de seguridad del club. D’Onofrio asumió “el error” de no haber suspendido a los barras atacados que son socios, pero advirtió: “si los violentos no van presos, transformamos en Policía y Justicia al club... No le quepa la menor duda. De todo aquel que tengamos la prueba fehaciente y la Justicia nos diga, los echo del club”, le dijo a Radio “Mitre”.
Sin nombrarlo, el presidente de se refirió a Héctor “Caverna” Godoy, uno de los líderes de los “Borrachos del Tablón” y a otros dos barras del grupo que actualmente tiene el control de la tribuna, quienes tienen derecho de admisión pero son socios activos y se encontraban en la confitería del club y utilizan las instalaciones. D’Onofrio negó que la pelea haya sido por el reparto de entradas para el superclásico. Los atacados son capos de la barra oficial, algunos de ellos como Godoy, detectados meses atrás con decenas de entradas, facas y carnets. En las redes sociales, circulaba una imagen de una supuesta entrada a nombre de Godoy, acompañada por una fotografía de su presunto carnet de socio y hasta una credencial que lo sindicaría como empleado de mantenimiento de River. (DyN)
El gesto adusto y el enunciado implacable del presidente Rodolfo D’Onofrio de considerarse “particular damnificado” y convertirse en “querellante” intentó mostrarse ostentoso ante la opinión pública y los asociados. En cambio fue tenue la admisión de un “error” por dejar que los barrabravas de la llamada facción oficial, convertidos ayer en víctimas de la violencia que otras veces suelen blandir como estandarte, transiten orondos por cada rincón del club.
A ellos fueron a buscar los criminales y si no hubiesen estado allí el enfrentamiento no hubiese sido en el club, y se hubieran salvado los honorables socios que fueron golpeados y humillados en el derrotero de la patota. Ahora el presidente D’Onofrio dice que los sacará del club, pese a que en marzo varios de ellos fueron detenidos con facas, entradas y carnets en el estacionamiento interno. Siguieron en el club, aún tras hallarlos armados, aún con entradas que ningún dirigente admite dar, como ayer insistió el vicepresidente segundo del club, Matías Patanian, una aclaración que a medida que suceden los hechos va perdiendo consistencia.
El enemigo de River que esta afuera fue a buscar al enemigo de River que está adentro con permiso de la dirigencia que ante la evidencia se muestra arrepentida. La violencia blanqueó una realidad y al fin una decepción en estos nuevos aires que soplan en River.
BUENOS AIRES.- El presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, asumió como un “error” la presencia de barra bravas en el Monumental y aseguró que los echará del club, al igual que a los integrantes de la facción disidente que ingresaron por la fuerza y sean identificados como socios de la institución.
La Justicia tiene tres imputados por el hecho a la espera de que sean detenidos, luego de haberlos identificado en los videos de las cámaras de seguridad del club. D’Onofrio asumió “el error” de no haber suspendido a los barras atacados que son socios, pero advirtió: “si los violentos no van presos, transformamos en Policía y Justicia al club... No le quepa la menor duda. De todo aquel que tengamos la prueba fehaciente y la Justicia nos diga, los echo del club”, le dijo a Radio “Mitre”.
Sin nombrarlo, el presidente de se refirió a Héctor “Caverna” Godoy, uno de los líderes de los “Borrachos del Tablón” y a otros dos barras del grupo que actualmente tiene el control de la tribuna, quienes tienen derecho de admisión pero son socios activos y se encontraban en la confitería del club y utilizan las instalaciones. D’Onofrio negó que la pelea haya sido por el reparto de entradas para el superclásico. Los atacados son capos de la barra oficial, algunos de ellos como Godoy, detectados meses atrás con decenas de entradas, facas y carnets. En las redes sociales, circulaba una imagen de una supuesta entrada a nombre de Godoy, acompañada por una fotografía de su presunto carnet de socio y hasta una credencial que lo sindicaría como empleado de mantenimiento de River. (DyN)