Francisco dio pasos de reconciliación con la iglesia ortodoxa

Nuevo encuentro del Papa con el patriarca Bartolomé I Los líderes eclesiásticos se habían reunido en mayo en Jerusalén. Rezo en la Mezquita Azul y en un templo de 1.500 años

EN LA IGLESIA SAN JORGE. El patriarca Bartolomé saluda al papa Francisco, tras un oficio religioso. reuters EN LA IGLESIA SAN JORGE. El patriarca Bartolomé saluda al papa Francisco, tras un oficio religioso. reuters
30 Noviembre 2014
ESTAMBUL.- El papa Francisco visitó dos de los lugares más emblemáticos de Estambul, Hagia Sophia y la Mezquita Azul, entre amplias medidas de seguridad, en el segundo día de su visita a Turquía. Tras aterrizar en Estambul procedente de Ankara, fue recibido en el aeropuerto por el patriarca ortodoxo Bartolomé I, con quien se reunió luego en un encuentro privado y en un rezo ecuménico.

Los líderes eclesiásticos ya se habían encontrado en mayo en Jerusalén, por lo que esta reunión significará un nuevo empujón a la reconciliación de las Iglesias católica y ortodoxa. La celebración ecuménica fue saludada por Bartolomé I, cabeza de una institución que es la de más alto rango de la ortodoxia, y líder espiritual de 300 millones de cristianos ortodoxos, como “un evento histórico y lleno de buenos auspicios para el futuro”. La ceremonia se celebró en la catedral ortodoxa, que es la sede del Patriarcado Ecuménico y era una de las cinco principales de la cristiandad antes del cisma de 1054 que marcó la separación de los católicos.

Después, Francisco acudió a la Mezquita Azul, donde fue recibido por el mufti Rahmi Yaran, con quien entró descalzo, como mandan las normas islámicas, y realizó un breve rezo mirando en dirección a la Meca.

Se trata de la primera visita de Francisco a una mezquita desde el inicio de su pontificado en marzo de 2013. Es además el tercer papa, después de Juan Pablo II y Benedicto XVI, en visitar una mezquita.

La Mezquita Azul, cuya construcción encargó el sultán Ahmet en el siglo XVII, es considerada una de las principales de Turquía y tiene seis minaretes, en lugar de los cuatro habituales. Conocida oficialmente como la mezquita Sultanahmet, fue inaugurada en 1616 y es la más famosa de Turquía. Su popular nombre hace referencia a los finos azulejos azules de Iznik en su principal salón de oración.

Un acto similar de su predecesor, el Papa Benedicto en el 2006 generó criticas de católicos conservadores y algunos musulmanes.

Más tarde, Francisco se dirigió a Hagia Sophia, un templo de casi 1.500 años de antigüedad y que fue durante mucho tiempo la mayor iglesia de la Cristiandad. Después fue convertida en mezquita durante la conquista otomana y actualmente acoge un museo. Allí, el pontífice argentino fue guiado por su director. Las medidas de seguridad en la ciudad turca son enormes: la zona en torno a la mezquita y Hagia Sophia, estuvieron cerrada, y unos 7.000 policías realizaron la vigilancia.

Sin embargo, numerosos curiosos se congregaron tras las vallas de seguridad, llevando banderas de Turquía, el Vaticano y Argentina. Después, Francisco se reunió con unos 60 representantes de la comunidad católica de distintos municipios de Estambul en los jardines de la sede de la representación pontificia. Saludó a los católicos, bromeó con ellos y se hizo una foto de grupo. Al final del día, el Papa ofició una misa en la Catedral del Espíritu Santo ante una congregación que incluía a refugiados cristianos de Irak. Allí, defendió “la variedad” de la Iglesia y pidió abandonar los “particularismos y exclusivismos” que provocan divisiones. El viaje finalizará hoy con un oficio junto a Bartolomé I. (DPA-Reuters)

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