Por Carlos Werner
14 Diciembre 2014
SIEMPRE DISPUESTAS. Las bonaerenses no dejan de trabajar para el equipo. Hacen de todo: desde limpiar el “Golcito” hasta cocinar para que coman todos los integrantes. LA GACETA / fotos de carlos werner (enviado especial)
Se hacen llamar “Las Chicas”. Van a ver carreras de varias categorías, ayudan acompañan, cocinan. “Toda la vida estuvimos cerca del automovilismo por papá, Norberto, que corría en categorías zonales de Buenos Aires. Y nos quedó la pasión”, dice una de estas dos hermanas que, este fin de semana, se convirtieron en parte integrante del Mohamed Competición.
Agustina Tancreti tiene 33 años y trabaja en una verdulería; otra, Matilde, de 27, es artista plástica. Las dos son de Tigre, en la provincia de Buenos Aires. Son Las Chicas y el nombre resalta en el VW Gol de Lucas Mohamed. “Es el único de los autos del TN que tiene el logo”, aclara Agustina. Y su relato se hace pura pasión.
“El TN siempre me gustó. Y lo que me atrapó de Lucas fue su humildad. Con su equipo les pelea a los grandes. Ellos lo hacen todo, mientras los demás tienen en generan un montón de gente alrededor. Lucas hace las cosas como nosotros lo hicimos en los zonales, hace mucho tiempo”, cuenta. Y agrega: “Siempre lo seguía por la tele, y un día tuve la oportunidad de conocerlo en La Plata a través de un amigo, Lucas Yerobi, que corría en la Clase 2. Compartimos box, empezamos a charlar, tiramos onda y así comenzó esto de seguirlo donde corra”.
Más explicaciones
Matilde cuenta el porqué de Las Chicas. “Fuimos una vez a un boliche, y alguien nos vio y dijo ‘uy mirá, las chicas de ALMA’, que es una categoría que seguíamos. Quedó la expresión, luego lo acortamos y fue la manera de identificarnos. Un amigo hizo el calco y se los damos a pilotos amigos, a gente de confianza que quisieran llevarlo. Como Lucas”, cuentan en una charla con LG Deportiva.
Sobre qué despierta en ella un equipo y un piloto de la lejana Tucumán (provincia que no conocen), dice Agustina: “Admiramos a todos los del equipo por el esfuerzo que hacen; luchan contra gigantes. Por el Golcito viejito, con aspecto humilde, gauchito, ‘tranqui’, tengo un amor especial. En realidad, soy de Fiat, a los VW no los quiero, pero con el de Lucas me encariñé. No sé, lo veo más frágil que los otros coches más nuevos. Cuando arme el Trend no va ser lo mismo”.
“Agus”, con la mirada sencilla de sus ojos verdes, va más allá en su apasionamiento. “Al auto, cada vez que lo veo voy, lo toco, lo saludo con la mirada, no le hablo ¡porque loca no estoy todavía! Durante las carreras lo lavo, lo pongo lindo. Es mucho más que un fierro, transmite mucho. Cuando está en los boxes o viene a fondo en una recta es como que le brillan los ojitos”.
Puros elogios
De Lucas y de su gente destacan que son trabajadores, humildes, simples, sinceros. “Son gente como nosotros. Uno camina por los boxes y se da cuenta quiénes son. No les importa la billetera ni las apariencias, vienen a hacer deporte, a hacer lo que les gusta”, comentan.
Vivieron decepciones, como cuando Diego Pérez lo chocó a Mohamed en esta temporada. Tratan de ir, sobre todo Agustina, a todas las carreras. Y agradecen que el piloto yerbabuenense trate bien a todos, se preste para las fotos, los autógrafos y para la charla.
“Son momentos muy lindos. El público lo quiere tocar, darle aliento. Con otros pilotos famosos y ganadores eso casi no pasa. Si Lucas lograra su meta, va a ser un momento más que especial. Y sobre todo, merecido para él”, cierra Agustina.
Agustina Tancreti tiene 33 años y trabaja en una verdulería; otra, Matilde, de 27, es artista plástica. Las dos son de Tigre, en la provincia de Buenos Aires. Son Las Chicas y el nombre resalta en el VW Gol de Lucas Mohamed. “Es el único de los autos del TN que tiene el logo”, aclara Agustina. Y su relato se hace pura pasión.
“El TN siempre me gustó. Y lo que me atrapó de Lucas fue su humildad. Con su equipo les pelea a los grandes. Ellos lo hacen todo, mientras los demás tienen en generan un montón de gente alrededor. Lucas hace las cosas como nosotros lo hicimos en los zonales, hace mucho tiempo”, cuenta. Y agrega: “Siempre lo seguía por la tele, y un día tuve la oportunidad de conocerlo en La Plata a través de un amigo, Lucas Yerobi, que corría en la Clase 2. Compartimos box, empezamos a charlar, tiramos onda y así comenzó esto de seguirlo donde corra”.
Más explicaciones
Matilde cuenta el porqué de Las Chicas. “Fuimos una vez a un boliche, y alguien nos vio y dijo ‘uy mirá, las chicas de ALMA’, que es una categoría que seguíamos. Quedó la expresión, luego lo acortamos y fue la manera de identificarnos. Un amigo hizo el calco y se los damos a pilotos amigos, a gente de confianza que quisieran llevarlo. Como Lucas”, cuentan en una charla con LG Deportiva.
Sobre qué despierta en ella un equipo y un piloto de la lejana Tucumán (provincia que no conocen), dice Agustina: “Admiramos a todos los del equipo por el esfuerzo que hacen; luchan contra gigantes. Por el Golcito viejito, con aspecto humilde, gauchito, ‘tranqui’, tengo un amor especial. En realidad, soy de Fiat, a los VW no los quiero, pero con el de Lucas me encariñé. No sé, lo veo más frágil que los otros coches más nuevos. Cuando arme el Trend no va ser lo mismo”.
“Agus”, con la mirada sencilla de sus ojos verdes, va más allá en su apasionamiento. “Al auto, cada vez que lo veo voy, lo toco, lo saludo con la mirada, no le hablo ¡porque loca no estoy todavía! Durante las carreras lo lavo, lo pongo lindo. Es mucho más que un fierro, transmite mucho. Cuando está en los boxes o viene a fondo en una recta es como que le brillan los ojitos”.
Puros elogios
De Lucas y de su gente destacan que son trabajadores, humildes, simples, sinceros. “Son gente como nosotros. Uno camina por los boxes y se da cuenta quiénes son. No les importa la billetera ni las apariencias, vienen a hacer deporte, a hacer lo que les gusta”, comentan.
Vivieron decepciones, como cuando Diego Pérez lo chocó a Mohamed en esta temporada. Tratan de ir, sobre todo Agustina, a todas las carreras. Y agradecen que el piloto yerbabuenense trate bien a todos, se preste para las fotos, los autógrafos y para la charla.
“Son momentos muy lindos. El público lo quiere tocar, darle aliento. Con otros pilotos famosos y ganadores eso casi no pasa. Si Lucas lograra su meta, va a ser un momento más que especial. Y sobre todo, merecido para él”, cierra Agustina.
Temas
Lucas Mohamed