31 Diciembre 2014
No habría sobrevevivientes del avión de AirAsia
El Gobierno de Indonesia confirma que los cuerpos y los despojos que hallaron flotando en el mar corresponden al Airbus 320-200 El vuelo había desaparecido de los radares en la mañana del domingo. Viajaban 162 personas a bordo. Desesperación de los familiares. La búsqueda seguirá
RESCATE. Operarios trasladan restos del avión siniestrado, que fueron recogidos en el mar de Java, cerca de la costa Sur de la isla de Borneo.
YAKARTA.- Los equipos de rescate hallaron en las aguas frente a la isla indonesia de Borneo restos del avión de AirAsia desaparecido el domingo con 162 personas a bordo y las autoridades consideran de que no hay supervivientes. “Se ha establecido al 100 por cien que los restos hallados son de AirAsia”, señaló el jefe de los equipos de rescate, Bambang Sulistyo, que confirmó también la recuperación de tres cadáveres, dos mujeres y un hombre.
El presidente indonesio, Joko Widodo, ordenó una operación “a gran escala” para recuperar las víctimas del avión de AirAsia. “Nuestra prioridad es evacuar a todos los pasajeros y la tripulación”, dijo desde el aeropuerto de Juanda, en Surabaya, donde los familiares de las personas que viajaban en el avión esperaban noticias de sus seres queridos. “A las familias de los pasajeros y tripulación, lamento vuestra pérdida y todos rezamos para que puedan tener la fuerza necesaria para afrontar estos duros momentos”, manifestó. Los restos fueron hallados estaban flotando ante la costa Sur de la isla de Borneo, a 185 kilómetros al suroeste de Pangkalan Bun, y a sólo 10 kilómetros del último punto de localización del avión en los radares antes de desaparecer. También la aerolínea de bajo coste, AirAsia, confirmó que los restos hallados en el mar de Java son de su avión desaparecido. “Estoy destrozado”, reconocía el presidente del grupo AirAsia, Tony Fernandes.
La compañía señaló que las operaciones de búsqueda y rescate siguen en curso, así como el análisis de los restos. “Sentimos estar aquí bajo estas trágicas circunstancias”, dijo Sunu Widyatmoko, director ejecutivo de la filial indonesia de la compañía, que manifestó sus condolencias a los allegados de las víctimas.
Tras ampliar el área de búsqueda, la Fuerza Aérea indonesias avistó en el mar en torno al mediodía (local) los primeros restos del avión, entre otras cosas lo que parecía un tobogán de emergencia y parte de una puerta, así como equipajes. Después se avistaron los primeros cadáveres. Barcos y helicópteros fueron enviados a la zona para rescatar cuerpos y restos del avión, mientras los equipos de patrullaje siguen buscando las cajas negras del aparato que puedan arrojar pistas sobre las causas del accidente.
El vuelo QZ8501, con 162 personas a bordo del Airbus 320-200, desapareció de los radares en la mañana del domingo cuando volaba de Surabaya, en Indonesia, a Singapur.
El piloto había alertado de un frente de tormentas y pidió permiso para cambiar el rumbo, pero no pidió socorro. Los investigadores ofrecieron detalles de la última comunicación con los pilotos: a las 06:12 horas el capitán solicitó permiso para un cambio de rumbo hacia la izquierda para evitar una tormenta. Le fue concedido y la aeronave se desvió siete millas en esa dirección, informó el diario “Yakarta Post”.
Poco después, el piloto pidió autorización para volar más alto. “¿A qué altura?”, le preguntaron los controladores. “38.000 pies”, fueron las últimas palabras de piloto. Por la gran cantidad de tráfico aéreo en la región, no le fue permitido de inmediato y cuando los controladores le autorizaron volar a 34.000 pies a las 06:14 horas, ya no hubo respuesta.
Las tormentas son sin embargo habituales en esta época del año en la región y normalmente no representan peligro alguno para el tráfico aéreo. Al menos seis aviones más volaron cerca y alcanzaron sus destinos sin problema. Algunos de los familiares de los viajeros a bordo del avión, que estaban desde el domingo en el aeropuerto de partida, en Surabaya, habían esperado un milagro. “Mi corazón está lleno de dolor por todas las familias de las víctimas del QZ8501”, tuiteó el jefe de AirAsia que fue a Surabaya a consolar a los familiares.
Después de conocer la noticias, algunos se desmayaron y tuvieron que ser trasladados a un hospital. El alcalde de Surabaya, Tri Rishmaharini, estaba en el lugar intentando consolar a los familiares. AirAsia informó que 155 de las personas a bordo del avión eran indonesios; tres surcoreanos, un singapurense, un malasio, un francés y un británico.
La desaparición del aparato de AirAsia es el tercer incidente aéreo en el que se ha visto involucrada Malasia durante este año.
El vuelo MH370 de Malaysia Airlines, con 239 personas a bordo, desapareció casi sin dejar rastro el 8 de marzo, tras despegar de Kuala Lumpur rumbo a Pekín. Todavía no se encontraron los restos del aparato. El 17 de julio otro vuelo de Malaysia Airlines fue derribado por un misil mientras sobrevolaba el convulso Este de Ucrania durante el trayecto Ámsterdam-Kuala Lumpur: dejó 298 fallecidos entre pasajeros y tripulación. (DPA)
El presidente indonesio, Joko Widodo, ordenó una operación “a gran escala” para recuperar las víctimas del avión de AirAsia. “Nuestra prioridad es evacuar a todos los pasajeros y la tripulación”, dijo desde el aeropuerto de Juanda, en Surabaya, donde los familiares de las personas que viajaban en el avión esperaban noticias de sus seres queridos. “A las familias de los pasajeros y tripulación, lamento vuestra pérdida y todos rezamos para que puedan tener la fuerza necesaria para afrontar estos duros momentos”, manifestó. Los restos fueron hallados estaban flotando ante la costa Sur de la isla de Borneo, a 185 kilómetros al suroeste de Pangkalan Bun, y a sólo 10 kilómetros del último punto de localización del avión en los radares antes de desaparecer. También la aerolínea de bajo coste, AirAsia, confirmó que los restos hallados en el mar de Java son de su avión desaparecido. “Estoy destrozado”, reconocía el presidente del grupo AirAsia, Tony Fernandes.
La compañía señaló que las operaciones de búsqueda y rescate siguen en curso, así como el análisis de los restos. “Sentimos estar aquí bajo estas trágicas circunstancias”, dijo Sunu Widyatmoko, director ejecutivo de la filial indonesia de la compañía, que manifestó sus condolencias a los allegados de las víctimas.
Tras ampliar el área de búsqueda, la Fuerza Aérea indonesias avistó en el mar en torno al mediodía (local) los primeros restos del avión, entre otras cosas lo que parecía un tobogán de emergencia y parte de una puerta, así como equipajes. Después se avistaron los primeros cadáveres. Barcos y helicópteros fueron enviados a la zona para rescatar cuerpos y restos del avión, mientras los equipos de patrullaje siguen buscando las cajas negras del aparato que puedan arrojar pistas sobre las causas del accidente.
El vuelo QZ8501, con 162 personas a bordo del Airbus 320-200, desapareció de los radares en la mañana del domingo cuando volaba de Surabaya, en Indonesia, a Singapur.
El piloto había alertado de un frente de tormentas y pidió permiso para cambiar el rumbo, pero no pidió socorro. Los investigadores ofrecieron detalles de la última comunicación con los pilotos: a las 06:12 horas el capitán solicitó permiso para un cambio de rumbo hacia la izquierda para evitar una tormenta. Le fue concedido y la aeronave se desvió siete millas en esa dirección, informó el diario “Yakarta Post”.
Poco después, el piloto pidió autorización para volar más alto. “¿A qué altura?”, le preguntaron los controladores. “38.000 pies”, fueron las últimas palabras de piloto. Por la gran cantidad de tráfico aéreo en la región, no le fue permitido de inmediato y cuando los controladores le autorizaron volar a 34.000 pies a las 06:14 horas, ya no hubo respuesta.
Las tormentas son sin embargo habituales en esta época del año en la región y normalmente no representan peligro alguno para el tráfico aéreo. Al menos seis aviones más volaron cerca y alcanzaron sus destinos sin problema. Algunos de los familiares de los viajeros a bordo del avión, que estaban desde el domingo en el aeropuerto de partida, en Surabaya, habían esperado un milagro. “Mi corazón está lleno de dolor por todas las familias de las víctimas del QZ8501”, tuiteó el jefe de AirAsia que fue a Surabaya a consolar a los familiares.
Después de conocer la noticias, algunos se desmayaron y tuvieron que ser trasladados a un hospital. El alcalde de Surabaya, Tri Rishmaharini, estaba en el lugar intentando consolar a los familiares. AirAsia informó que 155 de las personas a bordo del avión eran indonesios; tres surcoreanos, un singapurense, un malasio, un francés y un británico.
La desaparición del aparato de AirAsia es el tercer incidente aéreo en el que se ha visto involucrada Malasia durante este año.
El vuelo MH370 de Malaysia Airlines, con 239 personas a bordo, desapareció casi sin dejar rastro el 8 de marzo, tras despegar de Kuala Lumpur rumbo a Pekín. Todavía no se encontraron los restos del aparato. El 17 de julio otro vuelo de Malaysia Airlines fue derribado por un misil mientras sobrevolaba el convulso Este de Ucrania durante el trayecto Ámsterdam-Kuala Lumpur: dejó 298 fallecidos entre pasajeros y tripulación. (DPA)