Prevención es sinónimo de defensa

Desde la Eeaoc sugieren medidas para alejar la plaga de “zonas limpias”.

02 Enero 2015
La “prevención es una herramienta importante”, ya que la dispersión de la plaga en grandes distancias es facilitada por factores antrópicos, por lo que se deben tomar medidas para evitar o retrasar el ingreso de R. subtilis a zonas productoras. Se pueden mencionar las siguientes prácticas:

Movimiento de maquinarias agrícolas: se recomienda limpiar las maquinarías provenientes de zonas endémicas, principalmente cosechadoras y pulverizadoras.

Transporte de granos: se recomienda limpiar los equipos que hayan estado realizando movimientos de soja en zonas endémicas con alta infestación. En este caso, y en el anterior, se recomienda establecer un lugar físico para realizar la tarea de limpieza, antes de ingresar al lote o a la zona libre de R. subtilis, para eliminar restos de material vegetal.

Movimiento de semillas: las semillas solo permiten el desarrollo de las larvas de R. subtilis; una vez completado su desarrollo, necesitan del recurso suelo para continuar con las fases siguientes (larva hibernante, pupa y adulto). La dispersión a través de la semilla solo puede ocurrir cuando se conjugan los siguientes factores: las semillas provienen de lotes afectados por R. subtilis y hay un período de corto de tiempo entre la cosecha, la clasificación y el transporte de la semilla al lugar donde será sembrada.

En caso de que se den estos factores, se recomienda establecer un lugar físico para el almacenamiento de las semillas hasta su utilización.

En aquellas zonas con baja ocurrencia de la plaga, se recomendaría incluir la aplicación de un insecticida en “las etapas críticas del cultivo (R5 y R6)”, a pesar de no haber alcanzado los niveles de picudos establecidos en dicha etapa. Esta medida minimizaría el incremento poblacional de R. subtilis para la siguiente campaña, al limitar su capacidad de dejar descendencia.

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