Rotar con maíz o sorgo es una solución

Utilizar gramíneas para minimizar el impacto del “picudo” es otra alternativa.

02 Enero 2015
“La rotación con gramíneas”, como el maíz o el sorgo, es una muy buena herramienta para el manejo de la plaga, debido a la incapacidad de R. subtilis de cumplir su ciclo de vida en especies gramíneas.

En caso de emplearla, se deben tomar medidas para evitar o minimizar la migración de los adultos a los lotes de soja vecinos, para lo cual se recomienda un buen manejo de las ‘borduras’.

Al incluir la gramínea, se debe tener en cuenta que quedan algunos adultos sin emerger y que lo harán en la campaña siguiente. Es por ello que “se hace imprescindible no abandonar el monitoreo de los lotes de soja que tengan como antecesor a una gramínea”.

Otra alternativa de rotación para el manejo de R. subtilis puede ser “el poroto”. En este cultivo, a las hembras se les dificulta dejar descendencia, por lo que disminuyen las poblaciones de R. subtilis para la campaña siguiente.

En caso de recurrir a este esquema, debe tenerse en cuenta que “el poroto es sensible al ataque de este picudo en sus etapas vegetativas” y que presenta una capacidad de compensación mucho menor que la soja. Además, por la época de siembra del cultivo, “las etapas vegetativas coinciden con los mayores picos de emergencia de los adultos de R. subtilis desde el suelo”.

Por lo tanto, “se recomienda la inclusión de un insecticida curasemillas para lograr el establecimiento del cultivo y aplicaciones posteriores de insecticidas” en función de lo observado en los monitoreos, a fin de lograr un desarrollo aceptable de la estructura de las plantas.

Las fechas de siembra del cultivo de soja son una práctica cultural que tiene como objetivo lograr que no coincidan los picos de emergencia de los adultos de R. subtilis con “las fases de llenado de la soja (R5 y R6)”, por ser las etapas del cultivo más críticas al ataque de la plaga.

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