Antología 2014

Te ofrecemos fragmentos de textos publicados en este suplemento, a lo largo del año que acaba de pasar. Constituye una buena forma de repasar temas, ideas y autores que lo marcaron o que merecen ser resaltados más allá del contexto. Se fueron García Márquez y Gelman; se cumplieron 80 años del nacimiento de Tomás Eloy Martínez y 100 de los de Cortázar y de Bioy Casares; rescatamos la última entrevista a Bolaño. Fue un año de debates sobre política, medios, educación y letras, protagonizados por mentes lúcidas.

04 Enero 2015

Contar las cosas que le pasan a la gente *POR GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Hasta hace poco, reconocía antecedentes, pero después de analizarlo mucho comprendí que eran los críticos quienes me habían hecho creer en esas influencias. Hoy los únicos antecedentes que reconozco son los cuentos que me contaba mi abuela... Los novelistas como Cortázar, Carpentier, Guimaraes Rosa, Vargas Llosa y yo mismo nos estamos dando cuenta de la verdadera realidad latinoamericana y para poder expresarla tenemos que experimentar nuevas formas, que tienden a resaltar más acertadamente esa realidad. Creo que escribir novelas es contar las cosas que le pasan a la gente. Antes se daba más importancia al paisaje, ahora queremos profundizar en los caracteres y en eso va incluido todo: el paisaje, las psicologías individuales, la situación política y social... Una novela auténtica, en estos momentos, necesariamente debe constituir un testimonio social y político, pero implícitamente, a través del hombre, no como se hacía antes.

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* Fragmento de una entrevista realizada por Antonio Requeni en 1967, el año en que apareció Cien años de soledad, y publicada en el número de homenaje de LA GACETA Literaria a García Márquez el 19 de abril de 2014, dos días después de su muerte.

Acerca de la manera de viajar de Atenas  al Cabo Sunion* POR JULIO CORTÁZAR

La memoria nos teje y atrapa a la vez con arreglo a un esquema del que no se participa lúcidamente; jamás deberíamos hablar de nuestra memoria, porque si algo tiene es que no es nuestra; trabaja por su cuenta, nos ayuda engañándonos o quizá nos engaña para ayudarnos; en todo caso de Atenas se viaja a Cabo Sunion en un autocar destartalado, y eso me lo explicó en París mi amigo Carlos Courau, cronopio infatigable si los hay. Me lo explicó junto con otros itinerarios griegos, cediendo al placer de todo viajero que al narrar su periplo lo rehace y al mismo tiempo saborea un viaje vicario, el que hará ese amigo al que ahora le está explicando cómo se va desde Atenas a Cabo Sunion. Tres viajes en uno, el real pero ya transcurrido, el imaginario pero presente en la palabra, y el que otro hará en el futuro siguiendo las huellas del pasado y a base de los consejos del presente, es decir que el autocar salía de una plaza ateniense hacia las diez de la mañana y convenía llegar con tiempo porque se llenaba de pasajeros locales y de turistas.

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* Fragmento del relato publicado originalmente en LA GACETA Literaria el 11 de septiembre de 1966 y reproducido en el número especial de homenaje del 24 de agosto del año pasado.

El cuarto sin ventanas *POR ADOLFO BIOY CASARES

Si no me engaña la memoria, estábamos en lo alto de una moderadísima loma de la llanura berlinesa. Mientras los turistas, en grupo, se encaminaban al portón, Brescia y yo descendimos una barranca, larga y en declive, que había detrás de los quioscos. Finalmente nos internamos por una calle de casas bajas, que me recordó, tal vez por sus chiquilines jugando al fútbol, barrios periféricos de Buenos Aires. “Quién estuviera allá” me dije. Este pensamiento nostálgico reavivó, vaya uno a saber por qué, mis recelos. Debo admitir que la voz de Brescia me comunicó tranquilidad. Decía:- Mi casa.Era una casa baja, con balcones a los lados, puerta en el medio y terraza arriba. La cerradura debía estar rota, porque una cadena con candado sujetaba las dos hojas de la puerta. El italiano sacó de su bolsillo una llave de gran tamaño y abrió. Por un zaguán oscuro, de piso de mosaicos, llegamos a un cuarto interior. No podía creer lo que estaba viendo. El cuarto era idéntico al que imaginé cuando era chico. Cerca de uno de los ángulos había una escalera de caracol, de hierro, pintada de marrón y descolorida, con su guarda de agujeritos, a modo de puntilla, debajo del pasamanos. Por ahí se iba a la terraza. Preguntó el italiano:- ¿Qué me cuenta, señor? El límite del universo, tal cual usted lo soñó.

* Fragmento de un relato publicado originalmente en este suplemento el 26 de enero de 1986 y reproducido en el número de homenaje del 14 de septiembre de 2014.

Bazán *POR TOMÁS ELOY MARTÍNEZ

...Tenemos que contárselo a la gente. ¿Cómo era que se llamaba?No dio su nombre.Se llama Nuestra Señora, para qué más. Voy a probar si es cierto que está llena de poder la mano que no tengo.¿Cómo vas a dudar?, protestó el Monje. El que duda no ama.Tenés razón, dijo Bazán. El que duda no ama...* Fragmento de un relato publicado por primera vez en LA GACETA Literaria y reproducido en el número de homenaje del 12 de octubre pasado. El relato integra, junto a otros dos textos publicados originalmente en estas páginas, el libro Tinieblas para mirar, editado por Alfaguara en 2014.

Borges *POR ROBERTO BOLAÑO

A diferencia de la poesía, que es una disciplina que tiende a la endogamia, en la que los poetas los escriben, los leen y los comentan los poetas, en la prosa hay que batirse el cobre con el lector a secas. Y hay pocos pero buenos lectores que quieren cosas nuevas. Y la literatura latinoamericana ha tenido la gran suerte, una suerte mayúscula, de tener a Borges. Creo que el centro del canon latinoamericano, y si me apuras de la literatura en lengua española, es Borges. Desde Quevedo hasta ahora no hubo otro prosista más brillante que Borges. Así de bestial es el salto. Lo que habla fatal de nosotros porque hemos tardado 400 años en añadir el tercer nombre (Cervantes, Quevedo, Borges), con siglos perdidos en el medio.

* Fragmemto de la entrevista publicada por primera vez en LA GACETA Literaria el 28 de septiembre del año pasado. Fue grabada por Eliseo Alvarez en 2003, poco antes de que muriera el escritor, y puede verse completa en TTV.

Diversas palabras para nombrar una misma cosa *POR JUAN GELMAN

El periodismo es un género literario y, como en todos los campos, algunos lo ejercen bien y otros mal. A mí me trajo mucho, especialmente cuando fui cronista. Cubría asambleas obreras, por ejemplo, en las que participaban paraguayos, chilenos, bolivianos, uruguayos y otros latinoamericanos que emigraron a nuestro país en busca de trabajo, y siempre me maravilló la diversidad de palabras para nombrar una misma cosa, las expresiones, las músicas distintas de cada habla. Mi primera anécdota periodística no fue nada divertida. A los 18 años trabajé algunos meses en una revista de seguros y me mandaron a cubrir el incendio de una lancha. Era de dos hermanos pescadores que estaban desesperados porque el seguro se les había vencido el día anterior y no lo habían renovado. Volví a la redacción, se lo conté al director lamentándolo y éste golpeó con el puño su escritorio muy contento y dijo “Así van a aprender de una vez. Escríbalo, escríbalo”. Renuncié ahí mismo.

* Fragmento de una entrevista realizada por Mónica Cazón y publicada en estas páginas el 19 de enero del año pasado, cinco días después de su muerte.

“El momento intelectualmente potente de Occidente ha terminado” *POR ARTURO PÉREZ-REVERTE

Mis novelas en su mayoría son la epopeya íntima, pequeña, modesta, personal del peón del tablero de ajedrez que sabe que la partida no se va a ganar. Y, además, yo hablo sobre el presente. Todas mis novelas transcurren en diferentes lugares y tiempos pero hablan del ahora, del final de este mundo que estamos asistiendo. Lo que pasa es que contar la tragedia del héroe moderno con teléfonos móviles o con políticos como los de España o Argentina, con la vulgaridad y la incultura, no es interesante. El presente es demasiado vulgar narrativamente. Yo juego el truco de hablar del presente desde el pasado. Porque esto se ha acabado: Argentina nunca va a volver a ser tan buena como hace años atrás, tampoco España. El momento moralmente brillante, intelectualmente potente de Occidente ha terminado: ya no hay Dantes, Virgilios, De Gaulles, García Márquez ni Dostoievskis. Se acabó, estamos viendo el final y mis novelas cuentan ese final; yo soy un novelista que cuenta el crepúsculo de un mundo.

* Fragmento de la entrevista realizada por Dolores Caviglia y publicada el 4 de mayo de 2014.

El cine argentino *POR JUAN JOSÉ CAMPANELLA

Estoy seguro de que si El secreto de sus ojos fuera una película yanqui con George Clooney y Julia Roberts, aquí, en la Argentina, iba menos de la mitad de la gente a verla. Estoy seguro. Una película de ese estilo (que no es de superhéroes y demás) no junta dos millones y medio de espectadores nunca en la vida, aunque sea con grandes estrellas de Hollywood... No es que el público rechace al cine argentino, sino que pasa por un proceso que es como el de comprar un auto usado. Al público le cuesta. Ahora, cuando pasa esa prueba, responde mucho más. Están cansados de ver películas donde la crítica dice que es una comedia desopilante y no le despierta ni una sonrisa. Eso pasaba a principios de los 2000. Lo que más sufrió en esta década, mucho más que el cine, fue la reputación de la crítica. Lo ha clavado tanto la crítica al público que la gente le ha perdido el respeto.

* Fragmento de la entrevista realizada por Asher Benatar, publicada el 23/3/14.

El futuro de los medios *POR JORGE LANATA

Este es un gran momento para los medios. Mejor que en el 87, cuando empecé con Página 12. ¿Saben por qué? Porque todo es nuevo otra vez. Nos encontramos frente al hecho de tener que redefinir nuestra profesión en un montón de aspectos, en muchísimos que ni siquiera pensamos todavía y que son increíblemente nuevos... Los periodistas hacemos algo que los medios van a necesitar siempre, sean lo que sean: contenidos. Y tenemos que reforzar esa capacidad. Nosotros no hacemos diarios, no hacemos medios, no hacemos televisión. Hacemos contenidos. El soporte es lo de menos. El soporte es como un género literario; según lo que tengas que decir, lo dirás en prosa o en verso. El problema se presenta si no tenés nada que decir, por más soporte que tengas. Tenemos también algo que Internet descubrió o formalizó: una comunidad. Comunidad en el sentido de un montón de gente con intereses más o menos similares, con sueños más o menos parecidos, con deseos aspiracionales comunes.

* Fragmento del texto publicado el 8 de junio.

“La política es un sistema de contrapuntos” *POR HORACIO GONZÁLEZ

Con soberbia no se puede gobernar. Y después “la ausencia de diálogo”, no sé si es así. Este tipo de diálogo no lo va a tener con la Presidenta, pero esto no quiere decir que no haya diálogo. Hay diálogo todos los días. Entre La Nación y Clarín, que dialogan mediante sus tapas. Entre estos dos y la Presidenta. Entre La Nación y Kicillof. No necesitan estar en una misma mesa. La política es un sistema de contrapuntos incesantes e inconcretos. Un país con un diálogo muy dramático, que debería ocurrir casi en el Teatro del Globo, de Shakespeare. No hay una mesa de diálogo permanente, eso no. Las condiciones políticas de la Argentina lo impiden. Quizás es lo máximo que haya que lamentar de esta época. Que abunda el diálogo, abunda. Abunda sin una mesa común. Diálogo ríspido, atormentado, lleno de operaciones. Cuando hay operaciones políticas, no hay diálogo. Hay construcciones publicitarias y formas encubiertas de ataque y de defensa. Nunca hubo tantas injurias. No es exclusiva de la oposición, el Gobierno también actúa con palabras duras, pero el aparato de injuria es un aparato que también tiene aspectos investigativos, el llamado periodismo de investigación, que plantea aspectos que no necesariamente son argumentales.

* Fragmento de la entrevista realizada  por Asher Benatar, publicada el 23/11/14.

“Siempre hay una relación entre el crimen, la sociedad y la política” *POR PETROS MÁRKARIS

Un gran escritor alemán, Heiner Müller, una vez dijo que “el optimismo es falta de información”. Como yo tengo mucha información, no soy optimista. La historia del ser humano está llena de contradicciones. Entonces no se hasta dónde puede llegar un ser humano, ya sea para lo bueno como para lo malo… Porque muchas veces los seres humanos me sorprenden para bien. O sea, que no sólo con lo negativo no se hasta dónde puede llegar, sino también con lo positivo tengo dudas. Pero en realidad no soy optimista. Soy más bien realista... Siempre hay una relación entre el crimen, la sociedad y la política. Cuando leo un policial, a mí no me interesa saber quién es el asesino. Lo que me importa es la historia en sí. Por eso es muy importante cómo es el lector. Por querer saber quién cometió un crimen, muchas veces los lectores se pierden una trama muy interesante.

* Fragmento de la entrevista realizada por Alejandro Duchini, publicada el 21/9/14.

Diarios *POR ABELARDO CASTILLO

La imposibilidad de ser sincero en un diario ya fue planteada por Dostoievski, uno de los hombres más sinceros que han existido. El propio Amiel, en su diario íntimo, la cuestiona. Hablar en profundidad de esto llevaría horas y nos remitiría al célebre texto de las conductas de la mala fe que plantea Sartre en El ser y la nada. En algún sentido, todos simulamos, mentimos, deformamos, omitimos aún cuando digamos la verdad. Llegar a la verdad absoluta en cualquier problema referido a uno mismo implicaría un conocimiento de sí que es imposible de tener. Incluso si digo “soy insincero” esto puede leerse como una extrema sinceridad, y al mismo tiempo, como una coartada. La buena fe, la sinceridad y la autenticidad de mis Diarios (el último libro), no las puedo decidir yo, tendrá que decidirlas el lector.

* Fragmento de la entrevista realizada por Fabián Soberón y publicada el 31 de agosto.

Más que una política de estado *POR Abel Posse

No nos cabe otra alternativa que convocar todos los factores involucrados, los especialistas, académicos, empresarios, periodistas, educadores, pensadores, publicistas, los sectores políticos, más allá de la prevalencia de ideólogos y de debates pedagógicos bizantinos, para una gran movilización nacional con el objeto de revertir todos los aspectos que nos llevaron a la actual decadencia y hasta la corrupción de un sistema educativo otrora admirado y admirable. Tendremos que recrear el sentimiento sagrado y la pasión educacional, como un rito perdido de trasvasamiento generacional, del que dependen todos los aspectos del futuro de una nación. Postergando ideologías y debates pedagógicos bizantinos que deberán afinarse en otra etapa. Necesitamos más que una política de Estado. Necesitamos un compromiso total para evitar que el Estado y la misma Argentina (que amamos más en el recuerdo de nuestras infancias, que en esta decadencia) puedan recuperar el espacio de pueblo inteligente y creador.     

* Fragmento del artículo publicado el 25 de mayo de 2014.

“El kirchnerismo ha representado una inflexión capital” *POR ERNESTO LACLAU

El kirchnerismo ha representado una inflexión capital en la tradición política argentina. Viene del peronismo, pero muchas otras tendencias de signo opuesto también proceden de esa matriz -el menemismo, por ejemplo-. Hay dos aspectos del proceso que se abre a partir del 2003 que me parece importante subrayar. El primero es que ha sido una experiencia de corte, a distintos niveles. En el plano económico, ha habido una ruptura de facto con el FMI, empezando por el pago de la deuda contraída con ellos. Además, se ha seguido una política de nacionalizaciones -o mejor dicho de re-nacionalizaciones- que está dando al país el control de su propia riqueza y que es la antípoda de la política seguida en los 90. También ha habido un corte en el aspecto social -piense en la Asignación Universal por Hijo, para citar tan solo un ejemplo-. Y finalmente, ha habido un corte en el campo de los derechos humanos, que ha dejado atrás, más radicalmente que en ningún otro país latinoamericano, el pasado dictatorial.

* Entrevista realizada por Juan Pablo  Lichtmajer, publicada el 20/4/14, una semana después de la muerte del politólogo. 

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