02 Febrero 2015
Rafael Enrique Luque era el marido de Dora Nilda Gómez (la Policía había informado erróneamente que se llamaba Nora) que fue asesinada la semana pasada en el barrio Juan XXIII, conocido como “La Bombilla”, y aclaró que ellos no tienen ningún vínculo con las familias que protagonizaron el tiroteo en el que fue herida su esposa.
“Soy vecino de los Suárez que viven a tres casas de la mía. Pero yo trabajo haciendo bloques junto con mi hermano y no tengo nada que ver con ellos”, puntualizó. Luque no estaba en su casa cuando se produjo el tiroteo. “Por lo que me contó mi hijo, cuando salieron a la vereda una bala le rozó el brazo a él y esa bala le pegó en el pecho a mi mujer. El tiroteo se terminó cuando estas dos familias se dieron cuenta de que habían herido a un inocente. Los problemas entre ellos vienen de hace mucho tiempo y los conoce todo el barrio, pero quiero que quede en claro que no somos familiares de ninguno de ellos”, remarcó.
Luque contó que llegó a su casa y encontró a su mujer tirada en el suelo. “Estaba ensangrentada y con mi hijo la cargamos en un vehículo particular y la llevamos al (hospital) Avellaneda porque estaba más cerca. Después nos mandaron al Centro de Salud porque le tenían que hacer una operación de alto riesgo”, precisó. En ese viaje, según Luque, su esposa identificó a su presunto homicida que, tal como sospecha la Policía, se trataría de un joven conocido como “El Gordo Rodrigo”, que tiene orden de captura y permanece prófugo.
Por otra parte Luque dijo que no existió un segundo tiroteo luego de que, por la tarde, en el barrio se enteraran de la muerte de su esposa. “No hubo otro enfrentamiento, pero si hubo gente que intentó quemar la casa de los Suárez. Lo que pasa es que mi mujer era muy querida. Los problemas entre esta gente (por los Lazarte y los Suárez) ocurren todo el tiempo. Ahora la Policía sigue manteniendo una guardia en la esquina para evitar que se vuelvan a pelear”, concluyó.
“Soy vecino de los Suárez que viven a tres casas de la mía. Pero yo trabajo haciendo bloques junto con mi hermano y no tengo nada que ver con ellos”, puntualizó. Luque no estaba en su casa cuando se produjo el tiroteo. “Por lo que me contó mi hijo, cuando salieron a la vereda una bala le rozó el brazo a él y esa bala le pegó en el pecho a mi mujer. El tiroteo se terminó cuando estas dos familias se dieron cuenta de que habían herido a un inocente. Los problemas entre ellos vienen de hace mucho tiempo y los conoce todo el barrio, pero quiero que quede en claro que no somos familiares de ninguno de ellos”, remarcó.
Luque contó que llegó a su casa y encontró a su mujer tirada en el suelo. “Estaba ensangrentada y con mi hijo la cargamos en un vehículo particular y la llevamos al (hospital) Avellaneda porque estaba más cerca. Después nos mandaron al Centro de Salud porque le tenían que hacer una operación de alto riesgo”, precisó. En ese viaje, según Luque, su esposa identificó a su presunto homicida que, tal como sospecha la Policía, se trataría de un joven conocido como “El Gordo Rodrigo”, que tiene orden de captura y permanece prófugo.
Por otra parte Luque dijo que no existió un segundo tiroteo luego de que, por la tarde, en el barrio se enteraran de la muerte de su esposa. “No hubo otro enfrentamiento, pero si hubo gente que intentó quemar la casa de los Suárez. Lo que pasa es que mi mujer era muy querida. Los problemas entre esta gente (por los Lazarte y los Suárez) ocurren todo el tiempo. Ahora la Policía sigue manteniendo una guardia en la esquina para evitar que se vuelvan a pelear”, concluyó.