Cristina dijo que en la Patagonia “aprendió a aguantar de todo”

La mandataria volvió a evitar hablar de la denuncia en su contra y dijo que “la gente es más importante que lo que pueda decir un diario”

EN EL CALAFATE. La jefa de Estado inauguró reformas en el hospital. dyn EN EL CALAFATE. La jefa de Estado inauguró reformas en el hospital. dyn
16 Febrero 2015
BUENOS AIRES.- La presidenta, Cristina Fernández, volvió ayer a hablar en público, esta vez por cadena nacional, para destacar la importancia de “dar respuesta” a los “problemas de la sociedad”, pero no se pronunció sobre la nueva imputación en su contra, del fiscal Gerardo Pollicita, por presunto encubrimiento de Irán en la causa por el atentado contra la AMIA. Tampoco lo hizo el sábado, al inaugurar el Anfiteatro del Bosque en la ciudad de El Calafate

La jefa de Estado inauguró el remodelado hospital de El Calafate y anunció que en cinco años deberán habilitarse en la provincia las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic. “La vivienda, la salud, las necesidades del ser humano, de estas cosas nos tenemos que hacer responsables los políticos, quienes abrazamos la vocación política, más allá de las ideas, más allá de las orientaciones, de las posiciones”, destacó en el discurso que dio desde El Calafate. En ese sentido, sostuvo que “lo importante es dar respuesta a cada uno de los problemas que tiene nuestra sociedad y nuestra gente, que eso es lo que nos están demandado, salud vivienda, educación, cultura, posiblidad de recreación”.

La Presidenta dijo que estaba “cumpliendo muchos sueños” al manifestar que firmó el acta formal para la construcción de las represas Kirchner y Cepernic. “Hoy empieza a marcarse el reloj, el segundero, el minutero, de los cinco años que tiene que llevar la construcción y puesta en marcha de las represas, que van a incorporar 1.740 megavatios del río Santa Cruz al sistema interconectado eléctrico nacional”, expresó.

En otro tramo de su discurso, manifestó que “cuando se asombraban de todo lo que aguanto, lo que tengo que aguantar, les digo que aprendí acá en la Patagonia, con el frío, la nieve, con el olvido”.

La mandataria, sobre el final de su discurso, exhibió un pedazo de vela y dijo que le regaló el sacerdote Carlos Alvarez, “mi querido padre Lito, esta vela que estuvo encendida no sé por quién el día que él (Kirchner) partió para acompañarnos siempre”. Con el trozo de vela en la mano y de pie, expresó: “Nosotros somos más importantes que los reflectores, somos más importantes que las cámaras, que lo que pueda decir un diario”. “Estas velas van a estar siempre encendidas en el corazón del pueblo y siempre va a haber un argentino, siempre habrá un patriota que cuando quieran avanzar sobre nuestras conquistas, sobre nuestros derechos, vuelva a enceder la vela para que nunca más se apague la llama de la patria”, concluyó. (DyN)

Comentarios