28 Febrero 2015
Dice José Ricardo Ascárate -ingeniero civil y docente de Diseño Vial en la Universidad Nacional de Tucumán- que las calles yerbabuenenses se agrietan y se hunden, en general, porque no se hicieron los trabajos preliminares de las obras, o no se hicieron correctamente. Esas tareas consisten en la preparación de lo que se denomina base de asiento, que debe ser compactada para evitar deformaciones en la superficie. Luego de que esa capa se encuentra bien apretada, se deben arrojar los áridos. Y, finalmente, se procede a pavimentar. Pero en las arterias donde se pusieron las conexiones cloacales -ejemplifica Ascárate-, durante el relleno y el tapado de las zanjas se obviaron esas técnicas específicas. “Pusieron las cloacas y luego rellenaron, sin efectuar la compactación”, afirma. Enseguida, el docente y ex legislador radical cita la calle Cariola, puesto que quien transita por ahí puede observar largos tramos que se hallan socavados. “En esta ciudad, las obras de desagües y de cloacas no fueron bien ejecutadas. Por eso, lo que ponen encima se rompe. Al poco tiempo se disgregan todos los pavimentos, sean o no de buena calidad. No tienen vida útil”, cuestiona.
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José Ricardo Ascárate