La batalla por los smarts se pelea en todas las gamas

En un balance de lo que dejó el Congreso mundial de Móviles que acaba de concluir en Barcelona, Esteban Mulki destaca la oferta de celulares de gama media y gama baja que reúnen todas las prestaciones necesarias para universalizar la conectividad. Y no podían faltar los “wearables”: relojes y otros chiches para tecnomaníacos.

07 Marzo 2015
Cuando olvidamos nuestro teléfono en casa o se produce una catástrofe natural que nos deja incomunicados es cuando realmente dimensionamos la importancia que estos nuevos dispositivos tienen para nuestra rutina profesional y personal. Así como hasta hace poco tiempo no podríamos haber dimensionado cuan necesario nos resulta hoy el smartphone, resulta difícil imaginar el futuro que nos espera, un futuro que se puede ir “pispeando” a través de uno de los eventos más importantes del sector como ser el Congreso Mundial de Móviles que se realiza año tras año en Barcelona.

Buena parte de la industria de las telecomunicaciones (aun cuando se notan algunas ausencias notorias) se encuentra representada en este evento: operadores de telefonía, fabricantes de equipos, desarrolladores de software y algunos peces gordos como Google que en este punto resultan difíciles de clasificar (la novedad en la empresa del buscador es que incursionará como operador de telefonía móvil en los EEUU).

El superclásico corporativo, desde hace unos años ya, se desarrolla entre Samsung y Apple y requiere de gran pericia para determinar un ganador cuando la batalla se dirime a través de la lectura de reseñas. Sin presencia oficial de la empresa de Cupertino, su iPhone 6 resultó galardonado como mejor teléfono del año. Por otro lado, la presentación del Galaxy S6 recibió apreciaciones dispares que remarcan un excelente rendimiento y un atractivo diseño renovado a costa de la ampliación de memoria vía MicroSD y la batería (un clásico de su archienemigo). Cómo repercutirá esto en las ventas nadie lo sabe; lo que está claro es que superar las ganancias que genera el smartphone de Apple es una misión digna de dioses nórdicos y titanes mitológicos.

La batalla por los teléfonos no solo se pelea en el tope de gama sino también en la gama media, en la cual encontramos productos a precios razonables que cubren con la mayor parte de las prestaciones que el mercado requiere, y en la gama baja, donde se apunta a que millones de personas ingresen al mundo de la conectividad móvil. Tras un rápido sondeo encontramos buenas referencias a los productos de Sony en la gama media y a los Nokia en la gama baja.

Aunque los smartphones suelen llevarse la mayor parte de nuestra atención, la oferta completa de productos presentados excede por mucho a nuestros estimados teléfonos. Los grandes temas de debate que moldean la industria están presentes en conferencias y paneles entre los cuales destaca el debate por la neutralidad de la red, un tópico fundamental que puede cambiar por completo la calidad de nuestra experiencia en Internet (para mal).

Demasiadas empresas del sector, de la mano de los relojes inteligentes, pretenden volver al futuro, al estilo Marty McFly. Con los anteojos de Google ya en el olvido, las pulseras y los relojes toman la posta en esta fiebre por los wearables que parece indicarnos que no es suficiente con tener que cargar todos los días nuestro teléfono como para sumar otros equipos que también necesitan del “enchufe frecuente”. ¿Son los wearables la última moda pasajera? Es temprano todavía para afirmarlo aunque está bastante claro que la carrera por ver quien llega primero nos está dejando productos mediocres y mal terminados.

Para concluir no debemos olvidar las tablets, que aunque no han resultado ser el gran negocio que la industria esperaba, se sostienen como un nicho relevante.

La movilidad también está en las cosas, con las ciudades inteligentes, las cafeteras que se conectan a internet, los termostatos que se regulan solos y hasta los autos que dentro de unos años serán muy diferentes a los que hoy conocemos. Acá también encontramos mucha experimentación con avances relevantes para nuestra cotidianeidad conviviendo con productos ridículos e irrisorios.

Este Congreso Mundial de Móviles deja mucho para ver, probar y reseñar, aunque, entendiendo las características particulares del sector tecnológico, todo lo nuevo será viejo en menos de seis meses. Como diría Vox Dei, habrá que vivir el presente nomás.

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