21 Marzo 2015
LA CRISIS. Los habitantes de Rocinha, en Río, enfrentan escasez de agua. reuters
PORTO ALEGRE.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que la crisis económica que enfrenta el país es “temporal”, y que será superada “a corto plazo” a través de un programa de ajuste fiscal. “Nuestro desequilibrio es momentáneo”, prometió la mandataria en un discurso ante líderes Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y de labriegos beneficiados por la reforma agraria en un asentamiento del municipio de Eldorado do Sul, vecino a la capital meridional de Porto Alegre. Rousseff volvió a defender el programa de ajuste que propone su gobierno para superar la crisis, y que enfrenta resistencias por parte de organizaciones de izquierda y de su propio Partido de los Trabajadores (PT).
“Si aprobamos el ajuste, superaremos (la crisis) a corto plazo. Por esto es importante aprobar el ajuste. Ajustar forma parte de la vida. Todos lo hacen. No lo hacemos porque nos gusta, sino porque el país tiene que seguir creciendo, generando empleo y políticas sociales”, argumentó.
Poco antes del discurso presidencial, uno de los principales dirigentes del MST, Joao Pedro Stédile, fustigó el plan de ajuste fiscal elaborado por el nuevo ministro brasileño de Hacienda, Joaquim Levy, al afirmar que el proceso no puede afectar a los más pobres. “No es posible arreglar las cuentas recortando gastos sociales. Queremos el equilibrio fiscal, pero los que tienen que pagar la factura son los ricos y los millonarios”, agregó el líder campesino.
Pero la inflación llegó a un máximo de 10 años pese a que la economía se ha acercado cada vez más a una recesión, complicando los esfuerzos de Rousseff de inculcar confianza.
Los precios al consumidor subieron un 7,90 % en los 12 meses hasta mediados de marzo, superando el avance del 7,36% anual hasta mediados de febrero. La inflación proyectada era del 4.75%.
La popularidad de Dilma, que fue blanco de grandes protestas, y enfrenta denuncias de corrupción por el caso Petrobras ha tocado mínimos históricos: está en el 13%. (DPA)
“Si aprobamos el ajuste, superaremos (la crisis) a corto plazo. Por esto es importante aprobar el ajuste. Ajustar forma parte de la vida. Todos lo hacen. No lo hacemos porque nos gusta, sino porque el país tiene que seguir creciendo, generando empleo y políticas sociales”, argumentó.
Poco antes del discurso presidencial, uno de los principales dirigentes del MST, Joao Pedro Stédile, fustigó el plan de ajuste fiscal elaborado por el nuevo ministro brasileño de Hacienda, Joaquim Levy, al afirmar que el proceso no puede afectar a los más pobres. “No es posible arreglar las cuentas recortando gastos sociales. Queremos el equilibrio fiscal, pero los que tienen que pagar la factura son los ricos y los millonarios”, agregó el líder campesino.
Pero la inflación llegó a un máximo de 10 años pese a que la economía se ha acercado cada vez más a una recesión, complicando los esfuerzos de Rousseff de inculcar confianza.
Los precios al consumidor subieron un 7,90 % en los 12 meses hasta mediados de marzo, superando el avance del 7,36% anual hasta mediados de febrero. La inflación proyectada era del 4.75%.
La popularidad de Dilma, que fue blanco de grandes protestas, y enfrenta denuncias de corrupción por el caso Petrobras ha tocado mínimos históricos: está en el 13%. (DPA)