Nueva América, viejas diferencias

13 Abril 2015

Cecilia Becaría - Columnista de DPA

Por primera vez los líderes de los 35 países de las Américas se sentaron a una misma mesa. El mensaje unánime fue la bienvenida a la histórica inclusión de Cuba. Un nuevo escenario, pero con un viejo guión, en el que volvieron a reflejarse las antiguas diferencias en la región. “Celebramos la iniciativa valiente de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama de poner fin al último vestigio de Guerra Fría en la región”, señaló la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, durante su intervención.

“Ya era hora de que yo hablara aquí en nombre de Cuba”, aseguró Castro entre risas, después de 21 años de ausencia de la isla en la cita regional. “Soy optimista de que seguiremos avanzando no sólo con Cuba, sino con toda la región. EEUU tiene el mayor compromiso en décadas con esta región”, aseguró Obama, en un intento por mostrarse cercano a sus colegas latinoamericanos, muchos de los cuales fustigaron la política de Washington y lo acusaron de intervencionismo. Otros, especialmente de la alianza de izquierda del ALBA, insistieron en que sigue inmiscuyéndose en sus asuntos internos y condenaron las sanciones contra Venezuela.

Al respecto, el presidente Nicolás Maduro exigió la derogación del decreto, mensaje apoyado por la mayoría de los líderes, pero le pidió una posibilidad de diálogo a Obama. “Yo también quiero un futuro y un futuro con EEUU. Nosotros no somos antiestadounidenses, somos antiimperialistas”, aclaró.

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