Tarjetas y teléfonos robados, armas y cocaína

“Fue muy grande la sorpresa porque se fueron a buscar elementos que habían sido robados en arrebatos y delitos contra la propiedad, y nos encontramos con una gran cantidad de cocaína”, dijo ayer el fiscal de Instrucción de la V° Nominación, Washington Navarro Dávila. Sobre su escritorio se extendían largas hileras con tarjetas de débito y documentos de identidad, además de armas de fuego y balas, que también formaron parte del secuestro.

Navarro Dávila había solicitado 14 allanamientos como parte de la investigación de varios delitos contra la propiedad que se habían producido en barrio Sur entre septiembre y diciembre del año pasado, cuando le ordenaron que se hiciera cargo de todos los delitos cometidos en la jurisdicción de la seccional 2ª.

Esas medidas se realizaron ayer a la mañana y, en dos de los casos, los resultados fueron sorprendentes para los investigadores. El primero de ellos tuvo lugar en una vivienda del barrio Ejército Argentino, donde un hombre fue aprehendido y puesto a disposición del juez Federal N°2, Fernando Poviña, por la tenencia de casi 10 kilos de cocaína, Además, Navarro Dávila le tomará declaración por no haber podido justificar la procedencia de siete teléfonos celulares que estaban en su casa y serán sometidos a pericias.

Una organización

“En ese allanamiento se secuestraron 9.341 kilos de cocaína, 17 kilos de sustancias a determinar que posiblemente se utilicen para estirar la droga, 469 gramos de otra sustancia que necesita ser analizada, dos cajas de lidocaína con un total de 55 frascos, cuatro botes con ácidos que pueden ser acetona o éter y distintos elementos para la confección de ‘tizas’ y ‘ravioles’ de cocaína”, precisó el fiscal.

“Es sorpresiva la cantidad de droga. Estamos hablando de que hay una organización importante. No podemos decir que esto está solamente movilizado por una persona, evidentemente debe haber toda una organización delictiva por detrás”, estimó Navarro Dávila.

En ese sentido, el fiscal comentó cuál es la hipótesis que se maneja. “Teníamos la sospecha de que, en muchos casos, quienes sustraen celulares y otras cosas fáciles de comercializar las estaban cambiando por droga. Esa era una pista que estábamos siguiendo y evidentemente no estábamos tan equivocados”, concluyó.

Tarjetas y documentos

En el segundo allanamiento con resultado positivo la Policía secuestró 75 tarjetas de débito, 33 DNI (se piensa que serían robados), una tirilla de documento en trámite, varias tarjetas verdes y de identificación de automotor, una carabina calibre 22, un revólver calibre 32 y otro calibre 38, y varios tipos de municiones. En esa vivienda también se aprehendió a una persona, señaló el fiscal.

“Vamos a hacer un listado de todos los DNI y las tarjetas que tenemos para publicar los nombres de estas personas y, en función de esa publicidad, vamos a pedir que quienes se consideren víctimas de algún delito se presenten en la Fiscalía para que le tomemos declaración”, comentó el fiscal. “Ahora queda una etapa de hacer una evaluación para saber qué tipo de delitos se han cometido”, agregó.

Navarro Dávila adelantó que se solicitarán informes a las diferentes entidades bancarias a las cuales pertenecen las tarjetas secuestradas con el fin de conocer cuándo fueron utilizadas por última vez. “También vamos a solicitar las imágenes de los cajeros para ver quiénes son las personas que han concurrido utilizando estas tarjetas, es un tema que necesita un análisis muy meticuloso”, advirtió.