18 Abril 2015
“Todavía recuerdo la repercusión que tuvo el estreno de ‘Crónica de un secuestro’ en Tucumán, a comienzos de los 80. Me encantó la atmósfera, la reacción del público, la vibración intelectual de la gente”, afirma a la distancia Mario Diament. El escritor está radicado en Miami, Estados Unidos, desde donde se comunica con LA GACETA con motivo del estreno en la provincia de su obra “Cita a ciegas”, hecho que le interesa especialmente.
Diament divide su tiempo entre la dramaturgia, con una prolífica e incesante producción, y el periodismo como columnista del diario “La Nación” y docente de la Escuela de Periodismo y Medios de Comunicación de la Universidad Internacional de La Florida.
- ¿Qué lugar ocupa “Cita a ciegas” en su dramaturgia?
- Sin duda, es una de mis obras más importantes. Y la que inaugura un ciclo de obras fuertemente apoyadas en lo textual, como “Un informe sobre la banalidad del amor”, “Tierra del fuego”, “Por amor a Lou” y “Guayaquil-Una historia de amor”. Todas ellas abordan personajes históricos o se apoyan en sucesos reales.
- ¿Qué lo motivó a escribirla?
- Los motivos son siempre un misterio, pero creo que en este caso fue la curiosidad por explorar una situación que me parecía muy sugestiva y llena de potencialidad. Por otra parte, hacía tiempo que venía pensando que me gustaría trabajar sobre un personaje inspirado en Jorge Luis Borges.
- ¿El dramaturgo siempre vuelca un mensaje en su texto?
- El dramaturgo no siempre vuelca un mensaje en su texto. ¿Cuál es el mensaje de William Shakespeare, el de Lope de Vega o el de Harold Pinter? En mi caso, lo que me interesa es trabajar con situaciones y con ideas. El escenario es un lugar donde se exploran pasiones y se cuentan historias. Y “Cita a ciegas” hace ambas cosas. Explora la pasión en sus formas más diversas.
- ¿Estaba al tanto del estreno en Tucumán?
- Nadie puede estrenar una obra en la Argentina sin pedirle permiso al autor. Leonardo Goloboff y yo somos amigos epistolares, nunca nos hemos conocido personalmente. Él se entusiasmó con la obra y a mí me encantó la idea de que la hiciera en Tucumán.
- La obra tuvo una gran repercusión en cada lugar donde se estrenó, tanto del país como del exterior. ¿Por qué motivo?
- Quiero pensar que porque es una buena obra, capaz de conmover por igual al público de Buenos Aires que al de París, Estocolmo o Budapest. Espero que lo mismo suceda en Tucumán.
- ¿En qué proyectos artísticos está trabajando actualmente?
- En junio se estrena en Buenos Aires mi última obra, “Franz & Albert”, acerca de un encuentro de juventud entre Kafka y Einstein, dirigida por Daniel Marcove, que es el mismo de “Tierra del fuego”.
Diament divide su tiempo entre la dramaturgia, con una prolífica e incesante producción, y el periodismo como columnista del diario “La Nación” y docente de la Escuela de Periodismo y Medios de Comunicación de la Universidad Internacional de La Florida.
- ¿Qué lugar ocupa “Cita a ciegas” en su dramaturgia?
- Sin duda, es una de mis obras más importantes. Y la que inaugura un ciclo de obras fuertemente apoyadas en lo textual, como “Un informe sobre la banalidad del amor”, “Tierra del fuego”, “Por amor a Lou” y “Guayaquil-Una historia de amor”. Todas ellas abordan personajes históricos o se apoyan en sucesos reales.
- ¿Qué lo motivó a escribirla?
- Los motivos son siempre un misterio, pero creo que en este caso fue la curiosidad por explorar una situación que me parecía muy sugestiva y llena de potencialidad. Por otra parte, hacía tiempo que venía pensando que me gustaría trabajar sobre un personaje inspirado en Jorge Luis Borges.
- ¿El dramaturgo siempre vuelca un mensaje en su texto?
- El dramaturgo no siempre vuelca un mensaje en su texto. ¿Cuál es el mensaje de William Shakespeare, el de Lope de Vega o el de Harold Pinter? En mi caso, lo que me interesa es trabajar con situaciones y con ideas. El escenario es un lugar donde se exploran pasiones y se cuentan historias. Y “Cita a ciegas” hace ambas cosas. Explora la pasión en sus formas más diversas.
- ¿Estaba al tanto del estreno en Tucumán?
- Nadie puede estrenar una obra en la Argentina sin pedirle permiso al autor. Leonardo Goloboff y yo somos amigos epistolares, nunca nos hemos conocido personalmente. Él se entusiasmó con la obra y a mí me encantó la idea de que la hiciera en Tucumán.
- La obra tuvo una gran repercusión en cada lugar donde se estrenó, tanto del país como del exterior. ¿Por qué motivo?
- Quiero pensar que porque es una buena obra, capaz de conmover por igual al público de Buenos Aires que al de París, Estocolmo o Budapest. Espero que lo mismo suceda en Tucumán.
- ¿En qué proyectos artísticos está trabajando actualmente?
- En junio se estrena en Buenos Aires mi última obra, “Franz & Albert”, acerca de un encuentro de juventud entre Kafka y Einstein, dirigida por Daniel Marcove, que es el mismo de “Tierra del fuego”.