19 Abril 2015
FUNDAMENTAL. Siguen pensando en el confort para la gente: el calor es un poco más benévolo con las nuevas estructuras. la gaceta / fotos de juan pablo sánchez noli (enviado especial)
Muchos autódromos en el mundo son reconocidos a simple vista por el diseño de los techos que se montan sobre tribunas, boxes, oficinas y todo aquello que sea necesario cubrir. En China, Malasia, Bahrein, entre otros, estas estructuras le dan carácter al lugar, al tiempo que le brindan un elemento más de seguridad y comodidad a los espectadores. Desde esta competencia de MotoGP, el trazado de Las Termas comenzó a verse distinto, a partir de la incorporación de monumentales coberturas en sus principales gradas, levantadas en tiempo récord.
Según el Boletín Oficial de Santiago del Estero, por decreto 92/2015, se invirtieron más de $42 millones de pesos en montar las estructuras, pedidas por la administración del autódromo como parte de las medidas de seguridad para albergar categorías internacionales como el WTCC y MotoGP.
Desde que el circuito fue inaugurado en 2008, no ha dejado de crecer. Y ello se notó aún más desde 2011, cuando fue “refundado” camino a los desafíos internacionales que empezó a programar. Para esta ocasión se notó una evidente acción para brindar más comodidades a los espectadores. Además de los techos (que se extienden también a los sectores de gradas generales, pintados de celeste y blanco), se hicieron nuevas caminerías con pisos de granza, pasarelas y escalones de cemento, se incorporaron butacas a casi todas las tribunas, entre otras cosas.
La construcción de los techos, según establece la norma, se hizo por contratación directa, sin recurrir a una licitación, por tratarse de una obra que requería ser ejecutada de manera urgente. La obra consta de ocho módulos de tribunas, con una superestructura formada de columnas de tubo estructural redondo de importante diámetro (16”x3/8”), vigas longitudinales y transversales, tensores, mástil y anillo superior también hecho de tubo estructural, además de una lona especial deslizante blanca. Con ellos se cubrieron 960 metros cuadrados.
La obra sorprendió por su calidad y practicidad. “Solo vengo una vez al año y esto que vi ahora me dejó con la boca abierta”, contó Luis Cardone, de Junín, Buenos Aires. “Por lejos es una obra que hacía falta. El clima aquí es bastante difícil de soportar a fines o a principios de año, así que nos permitirá disfrutar un poco más”, admitió Alberto Jeremías, de Totoras, Santa Fe.
Según el Boletín Oficial de Santiago del Estero, por decreto 92/2015, se invirtieron más de $42 millones de pesos en montar las estructuras, pedidas por la administración del autódromo como parte de las medidas de seguridad para albergar categorías internacionales como el WTCC y MotoGP.
Desde que el circuito fue inaugurado en 2008, no ha dejado de crecer. Y ello se notó aún más desde 2011, cuando fue “refundado” camino a los desafíos internacionales que empezó a programar. Para esta ocasión se notó una evidente acción para brindar más comodidades a los espectadores. Además de los techos (que se extienden también a los sectores de gradas generales, pintados de celeste y blanco), se hicieron nuevas caminerías con pisos de granza, pasarelas y escalones de cemento, se incorporaron butacas a casi todas las tribunas, entre otras cosas.
La construcción de los techos, según establece la norma, se hizo por contratación directa, sin recurrir a una licitación, por tratarse de una obra que requería ser ejecutada de manera urgente. La obra consta de ocho módulos de tribunas, con una superestructura formada de columnas de tubo estructural redondo de importante diámetro (16”x3/8”), vigas longitudinales y transversales, tensores, mástil y anillo superior también hecho de tubo estructural, además de una lona especial deslizante blanca. Con ellos se cubrieron 960 metros cuadrados.
La obra sorprendió por su calidad y practicidad. “Solo vengo una vez al año y esto que vi ahora me dejó con la boca abierta”, contó Luis Cardone, de Junín, Buenos Aires. “Por lejos es una obra que hacía falta. El clima aquí es bastante difícil de soportar a fines o a principios de año, así que nos permitirá disfrutar un poco más”, admitió Alberto Jeremías, de Totoras, Santa Fe.
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