“El productor buscó un esquema con el mejor uso de tecnología”

Morales reconoce que el maicero redujo sus costos. El bajo índice de rotación es otro tema que preocupa.

COMO MÍNIMO. El índice de rotación actual está muy bajo, cercano al 15%, cuando hoy debería estar en el 30%.  COMO MÍNIMO. El índice de rotación actual está muy bajo, cercano al 15%, cuando hoy debería estar en el 30%.
11 Julio 2015
El avance de la cosecha de maíz permite extraer las primeras conclusiones de la campaña en pleno desarrollo, cuando aún quedan muchas hectáreas por levantar. LA GACETA Rural dialogó, café de por medio, con el ingeniero Juan Carlos Morales, asesor agropecuario privado.

- ¿Qué se está viendo en los campos?

- En general, percibo que se buscó un esquema con el mejor uso posible de tecnología. En semillas (genética) se utilizaron hijos de híbridos de menor precio, ya que una bolsa de híbridos cuesta unos U$S 150 la bolsa. Esta fue la principal decisión adoptada para reducir costos, ya que por la quinta parte de ese valor, el productor usa su propia semilla, pero obtiene menor productividad. En estos momentos se están cosechando los “híbridos templados”, que los sembrados en la “zona núcleo” y que poco a poco se van incorporando en nuestra región.

Respecto de la fertilización nitrogenada, casi no se hizo, lo que también incide en el potencial de rendimiento de ese campo. Y en materia sanitaria, aparecieron problemas con utilizar híbridos con poca protección contra insectos. Este es el principal problema que enfrentan los maiceros sudamericanos. Por ejemplo, el gusano cogollero era un problema resuelto. Pero hace dos o tres años, retornó con mayor fuerza que cuando los maíces eran los tradicionales.

En materia climática, el inicio de la siembra no fue tan bueno; luego mejoró. Estimo que habrá rindes de medios a buenos, que superarán estas faltas de cuidados y de protección del cultivo.

- Rotar maíz con soja es fundamental. ¿Cómo está Tucumán?

- El nivel de rotación en nuestra provincia es mucho más bajo de lo que se necesita. El maíz aporta mejoras al suelo, en cuanto a cobertura (materia orgánica) y en protección sanitaria, ya que rompe la ecuación plaga-malezas-enfermedades, que se incrementan cuando no hay rotación.

Como la soja es el principal foco de producción de muchos agricultores en Tucumán, la rotación con maíz aporta soluciones para gran parte de las problemáticas que suelen afectar a la soja (picudo; malezas resistentes a glifosato; enfermedades).

Hoy, la rotación en Tucumán es de un 15%; deberíamos estar haciendo un 30%. Pero el desaliento que hoy tiene el productor tucumano lo llevó a olvidarse de la rotación, ya que además de los rindes, de los precios y de la poca demanda, aún tiene producción 2014 sin vender.

- ¿Existen alternativas?

- La rotación debe darse entre cultivos distintos de verano y de invierno; que sean cultivos que no compitan entre sí. Trigo y soja no pueden rotarse, pero sí trigo y garbanzo, por ejemplo. Cuando se usaba trigo para sucesión, en Tucumán llegamos a rotar entre un 60% y un 70% de los campos. Pero hace cinco o seis años ese porcentaje decreció con fuerza, siguiendo la tendencia en todo el país.

La soja se puede rotar con sorgo (se hace poco porque tiene problemas de comercialización y porque sufre fuertes ataques de palomas), poroto (nunca fue un cultivo importante en Tucumán), girasol y algodón (se produce en el NEA pero no el NOA).

- ¿Hay alguna salida para el maíz? El maíz aporta sustentabilidad. ¿Cuál es su futuro?

- Maizar (Asociación Maíz Argentino) fomenta darle valor a la producción. Entonces, las alternativas son: a) transformarlo en etanol, b) utilizarlo como alimentos para cerdos y aves, c) emplearlo en feed lot como hacen en Estados Unidos, d) darle valor agregado.

Pero el productor no puede diversificarse solo; el productor no puede ponerse a invertir en esto. Tiene que existir una demanda local.

En cuanto al etanol, en Tucumán se habló para que los ingenios azucareros trabajaran con sorgo y maíz para que produzcan alcohol. Existe un proyecto, pero entiendo que no se avanzó. Como producirán alcohol de 96°, después deben hacerlo pasar por una planta deshidratadora -que podría ser regional- para producir alcohol anhidro. Pero el mercado del alcohol exige transparencia.

Además, de la producción de bioetanol queda la “burlanda” (gluten de maíz), que es un subproducto o residuo de gran volumen, que se puede destinar para alimentación animal.

Entonces, el aprovechamiento del maíz exige que la cadena esté organizada.

Pero de todas maneras debe existir un contexto de seguridad jurídica.

También debería desarrollarse una zona industrial con suministro suficiente de agua, gas y energía, además de contar con ventajas impositivas. Brasil y EEUU lo plantearon y lo hicieron. Nosotros deberíamos encarar ese camino.

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