La cobertura con residuos de cosecha permite un mejor control de malezas

Una leguminosa, antes de maíz, genera protección del suelo y reduce la demanda de fertilizante nitrogenado.

25 Julio 2015
En el NOA, los sistemas de producción de granos han evolucionado negativamente hacia secuencias de cultivos con fuerte predominio de la soja en detrimento del maíz y de otros cultivos productores de biomasa, como pasturas y cubiertas vegetales de protección, comentó Gonzalo Robledo, técnico de la Sección Suelos y Nutrición Vegetal de la Eeaoc.

Esta falta de rotación de cultivos ha provocado la degradación física, química y biológica de los suelos. Desde ese punto de vista, “manteniendo la cobertura con residuos de cosecha, aumenta la infiltración, disminuye las pérdidas por evaporación y permite un mejor control de malezas”, dijo.

En los últimos años se ha desarrollado el concepto de “intensificación agrícola”, con la introducción de cultivos de cobertura entre dos cultivos de verano.

Un “cultivo de cobertura” se define como “una cobertura vegetal viva que cubre el suelo de manera temporal o permanente. No tiene un valor comercial, pero agrega valor al siguiente cultivo, que es el de interés económico”.

Los “cultivos de cobertura” (CC) invernales son sembrados entre dos cultivos de cosecha y no son incorporados al suelo ni cosechados. Los residuos de los cultivos de cobertura quedan en superficie, y para ser eficientes, deben cubrir no menos del 60% de la superficie cultivable, aportar materia orgánica, nutrientes, reducir la erosión hídrica y eólica, reducir la población de malezas y, en lo posible, proteger la humedad del suelo.

Adaptación

En nuestra zona, por las características climáticas inverno-primaverales, muchas de las especies recomendadas para la Pampa Húmeda tienen dificultades de adaptación y no pueden cumplir el objetivo para el cual fueron implantadas. Es recomendable, entonces, incluir en el esquema de rotación soja-maíz una gramínea antes de la soja, con el objetivo de lograr cobertura y absorber nitratos residuales de la fertilización del maíz antecesor.

“La inclusión de un cultivo de leguminosa como cobertura, antes del maíz genera protección del suelo, reduce el requerimiento de fertilizante nitrogenado e incrementa el rendimiento potencial del maíz”, señaló Robledo.

Alternativas

Durante la campaña pasada, en la subestación Monte Redondo y en campos de productores en Garmendia, se evaluaron diferentes cultivos de cobertura y su incidencia en las propiedades de los suelos. Los resultados obtenidos mostraron que Vicia sp (de la familia Fabaceae -leguminosa-) disminuyó los valores de densidad aparente en el suelo, mejorando la infiltración de agua en el mismo, en comparación con especies gramíneas como avena, cebadilla o centeno, por lo cual, la recarga de agua en el perfil del suelo para los cultivos de verano fue mayor en aquellos lotes que provenían de la leguminosa.

El mayor inconveniente observado en los ensayos se relaciona con la fecha de implantación de los CC, ya que si es demasiado tardía, se generan bajos rendimientos de materia seca, dejando menores contenidos de nitrógeno y carbono orgánico en los suelos. Por el contrario, la siembra temprana de los CC se tradujo en altos rendimientos de materia seca y, por lo tanto, de nitrógeno y carbono orgánico.

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