“Honestamente no sé qué pasó, cómo se quemaron las bebas”

El neonatólogo Enrique Antezana, que examinó a las recién nacidas, dice que no es responsable del hecho.

26 Julio 2015
“Soy neonatólogo y presto servicios con relación de dependencia en la Clínica Famaillá. Mis funciones empiezan cuando recibo a los bebés para examinarlos: los aspiro, los peso, los mido, les controlo los signos vitales y, si están bien, termina mi trabajo. No soy responsable de lo que ocurra después”. De esta forma se defendió doctor Enrique Antezana, que el lunes 20 controló a las dos bebas que luego fueron entregadas a sus familiares con quemaduras en las manos, y una de ellas también en la cara. El médico visitó LA GACETA en compañía de su familiar y abogado Luciano Antezana. Estos fueron los tramos más importantes de la charla:

- Cuéntenos que pasó...

- La clínica estaba fría. No hay una sala acondicionada para recibir al recién nacido y por eso usan caloventor. Pero yo no prendo ni apago el aparato. Sólo cumplo con mis funciones. Luego se viste al bebé y se lo entrega a los familiares.

-¿Cómo se quemaron?

- No sé qué pasó, yo estuve lejos. Pero si hay una fuente de calor y la temperatura es alta, hay que apagarla o alejarse. Honestamente no sé qué pasó, cómo se quemaron.

-Pero usted controló a las bebés con el caloventor encendido a unos 70 centímetros...

- Sí, examiné a uno por uno de los cuatro bebés que nacieron ese día. Todos estaban sanos. Se los vistió y se los entregó a sus respectivos familiares.



- ¿Quién entregó los bebés?

- Como no hay nursery, la misma enfermera es la que que limpia los quirófanos. Ella retiró a los recién nacidos del quirófano y los puso en la camilla para que los examine. Yo no ingreso jamás al quirófano. El lunes se realizaron cuatro cesáreas. Después de cada cirugía se esteriliza el quirófano, y la enfermera encargada de hacer la desinfección fue la misma que sacó a los bebés para el control médico...

-¿Qué quiere decir con eso?

- Que se utilizan medios químicos para hacer la desinfección... La enfermera que limpia me entregó los bebés para que los controle. La acción de las sustancias tóxicas se potencian por efecto del calor y pueden provocar lesiones...

- ¿Esa sería la causa de las quemaduras graves de las bebés?

- Es mi gran duda, no encuentro otra explicación. A los cuatro bebés los examiné en la camilla con el caloventor encendido: el primero y el cuarto que atendí están muy bien, pero no sé qué pasó con las bebas nacidas en la segunda y en la tercera cesárea...

- ¿No las dejaron más tiempo del debido cerca del caloventor?

- Yo no cometí negligencia, y no me corresponde dar tal explicación. Tampoco es verdad que yo les haya dicho a los familiares: “es normal que estén coloradas o que nazcan con ampollas”, como le informaron a LA GACETA. Les dije que debía observarla un especialista de piel, y dejé el pedido hecho en la clínica... Tampoco desaparecí, como dice la nota del diario: volví a casa cuando terminé mi trabajo. La clínica es la que debe hacerse cargo de que vaya el dermatólogo a controlar a las recién nacidas. Al día siguiente volví para ver a las bebés e indiqué en enfermería que les limpiaran las ampollas y les colocaran en los dedos una crema, Platsul-A, que tiene función anestésica y cicatrizante de flictenas o ampollas en la piel. Volví a pedir que las vea un dermatólogo, y que las lleven al hospital a vacunarlas porque la clínica no tiene vacunatorio. En el hospital las vio la médica, comparó las lesiones con quemaduras y las derivó a la capital.

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