“Aún en años difíciles, hay que pensar bien antes de dejar de invertir contra las malezas”

Marzetti dijo que el NOA es una región muy complicada por la presencia de distintos biotipos de malezas resistentes. Áreas perdidas.

01 Agosto 2015
En el taller de malezas también se contó con la participación de Martín Marzetti, responsable de la Red de Conocimiento de Malezas Resistentes (REM-Aapresid). En su exposición, indicó que “con nuestros sistemas productivos actuales estamos seleccionando malezas resistentes”. Puntualizó que “la lista se incrementa con tres a cuatro biotipos nuevos por año, llegando al momento a 21 biotipos de 14 especies, de las cuales nueve son gramíneas y tres dicotiledóneas”.

“Tenemos actualmente resistencias a tres modos de acción distintos y cinco casos de resistencia múltiple, esto es cuando el mismo biotipo tiene resistencia a más de un modo de acción herbicida”. A esta situación hay que sumarle las malezas tolerantes, que son así naturalmente. En este escenario, “el NOA es una de las zonas más complicadas del país”.

“Tener o no malezas resistentes y tolerantes en el lote significan alrededor de U$S 80, por hectárea, de gasto de herbicidas. Pero el problema no termina ahí, sino que también se pierden tecnologías y quedan, entonces, pocos herbicidas para lograr buenos controles”.

Sin embargo, indicó que aún en zonas complicadas como el NOA, hay lotes limpios y con infestaciones incipientes de malezas difíciles, y hay que trabajar fuertemente ahí, para que no se enmalecen, porque los sobrecostos están a la vista.

Las malezas se comportan de manera diferente a la mayoría de los insectos o las enfermedades, en el sentido que “dejar el problema avanzar un año no significa perder rendimiento solo ese año, sino haberles dejado ganar espacio que será muy difícil recuperar y con una alta inversión”. Por eso, “aún en años muy difíciles en lo económico como este, hay que pensar muy bien antes de bajar la inversión en el manejo de malezas”.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios