Las expulsiones del iracundo Leandro Díaz

El delantero de Atlético volvió a ver la roja directa por agredir a un rival. Videos.

UNA COSTUMBRE. Díaz apuesta al juego físico aunque a veces se le va la mano y pierde la cabeza. FOTO DE ARIEL CARRERAS / ESPECIAL PARA LA GACETA UNA COSTUMBRE. Díaz apuesta al juego físico aunque a veces se le va la mano y pierde la cabeza. FOTO DE ARIEL CARRERAS / ESPECIAL PARA LA GACETA
12 Agosto 2015
La carrera de Leandro Díaz está llena de goles y de tarjetas rojas. Temible dentro del área, el goleador de Atlético carga sobre sus espaldas con al menos cinco expulsiones por agredir a sus rivales. Ayer, en Córdoba, pisó a un jugador de Instituto y dejó con 10 a su equipo, que terminó perdiendo el juego.

Pero las andanzas del delantero tucumano (que mandó a River a la Promoción) arrancaron en Lanús, donde hizo inferiores y llegó a debutar en Primera. La primera demostración de su carácter sucedió en agosto de 2012, cuando ingresó desde el banco de suplentes y en minutos se fue echado por pegarle un codazo a Diego Mateo, de Newell's.

Sin demasiada gozar de la paciencia del entrenador Guillermo Barros Schelotto, Díaz se fue del "Granate" y todo hacía pensar que Huracán podría ser su nuevo lugar en el mundo. Pero en septiembre de 2013 sumó expulsión. Esa tarde en Paraná el partido se había vuelto brusco y después de una serie de faltas fuertes entre los futbolistas de ambos equipos, el árbitro tucumano Pedro Argañaráz le sacó una roja por una entrada al defensor Walter Andrade, de Patronato.

Una temporada más tarde, ya en Atlético, el centrodelantero que lleva anotados cinco goles esta temporada perdió los estribos en la final por el ascenso a Primera jugada ante Huracán, en Mendoza, hace siete meses. Después de un gran partido y de ser una de las figuras del equipo que dirige Juan Manuel Azconzábal, Díaz le pegó una patada en la espalda a Agustín Torassa y empujó al árbitro Germán Delfino, disgustado por la decisión.

Ese rapto de locura le costó a Díaz una suspensión de 10 fechas, es decir la cuarta parte del actual campeonato.

Cuando se suponía que había escarmentado, el goleador la volvió a liar, en mayo, ante Lanús por la Copa Argentina disputada en Salta. Luego de una serie de roces con algunos de sus ex compañeros, Díaz vio la segunda amarilla por provocar a sus rivales. Al menos así lo interpretó el árbitro Federico Beligoy, que con un ademán describió el movimiento de brazos que le hizo el tucumano a los bonaerenses: "tienen frío".

Aunque por los pasillos del Monumental nadie discute las cualidades futbolísticas del iracundo delantero, después de pisar a Emiliano Endrizzi, de Instituto, en Atlético se agarran la cabeza porque la nueva sanción por reincidencia puede ser dura. Sí, ¡otra vez Díaz!



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