Las lluvias trajeron buenas y malas para el limón

El asesor citrícola Marcelo Altamirano reconoce que el agua caída en agosto sorprendió al productor. Las plantas crecerán más, pero también habrá más malezas, plagas y enfermedades

 LA GACETA /  FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO (archivo) LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO (archivo)
22 Agosto 2015
La primera quincena de agosto sorprendió a todos los productores tucumanos con precipitaciones extraordinarias, mucha llovizna, días nublados y templados, suelos cargados de humedad, condiciones favorables para el crecimiento de la planta de limón, pero también de malezas, plagas y enfermedades. La lluvia caída, durante la primera quincena de este mes, totaliza entre 50 milímetros (mm) y más de 100 mm, dependiendo de que si la quinta está más recostada sobre el pedemonte o más alejada. Además, los pronósticos climáticos avizoran más lluvias durante la primavera, comentó Marcelo Altamirano, asesor citrícola.

Los suelos tienen un interesante contenido de humedad y, en algunos casos, los mismos se encuentran en su máxima capacidad de almacenaje de agua útil. La humedad del suelo más la humedad del aire, favorecerán la formación de abundante rocío durante las noches despejadas y frescas.

Estas circunstancias climáticas y de tiempo obligan al productor a realizar cambios en la estrategia de manejo del cultivo de limón.

Cuidando el agua

Uno de los insumos más valiosos para la producción es el agua.

La lluvia aportó al suelo una cantidad apreciable de agua y un ahorro significativo en gastos de energía, combustible y mano de obra de riego.

El agua acumulada en los perfiles del suelo favorece el crecimiento del cultivo, con lo que la disponibilidad de agua es aprovechada también por la maleza.

Además, las condiciones climáticas, alta humedad relativa, noches frescas y días templados predisponen favorablemente a las plagas del cultivo.

Las “plagas insectiles” se multiplicarán al ritmo de la oferta de brotes, hojas, flores y frutos, mientras que los hongos y bacterias encontrarán en el agua libre, y en las condiciones predisponentes de temperatura y humedad, el trampolín ideal para infectar las plantas y sus órganos. La floración promete ser homogénea, profusa y anticipada, debido a la falta de heladas y a condiciones ambientales.

Redefiniciones

El escenario de una primavera húmeda, situación muy poco habitual para Tucumán, nos lleva a repensar la oportunidad de realizar la primera pulverización, en muchos casos anticipando la fecha de aplicación y replanteando el combo fitosanitario a emplear.

(En caso que la primavera se presente muy húmeda) Las malezas germinarán de manera uniforme y con un ritmo de crecimiento acelerado, por lo que controlarlas a tiempo será un acierto de manejo.

De esta manera, luego, sobre el suelo limpio y húmedo, se podrá realizar una eficiente aplicación de herbicidas residuales.

La poda mecánica tardía, a partir de estas lluvias, es poco recomendable por varias razones el agua libre sobre los tejidos vegetales que sirve de vehículo de enfermedades, la floración que en este momento está generalizada como botón y apertura de botón floral, dependiendo de la zona y el incipiente movimiento de sabia y brotación generalizada.

En algunas fincas del sur, el suelo se encuentra saturado de agua, siendo más vulnerables al paso de la maquinaria y a la compactación del suelo.

Por lo tanto, hay que esperar que el suelo drene. Además, hay que tener la maquinaria en adecuada condición mecánica y calibrada para realizar el trabajo en oportunidad, pese a las eventuales lluvias.

Fertilizando

Es importante “realizar la fertilización en el momento adecuado, siguiendo el flujo de crecimiento de las raíces y de brotación” -que también se anticipará a otras temporadas-, para lograr que la planta tenga disponible el nutriente en el momento que más lo requiere.

En cuanto a la fruta de fin de temporada, lista para cosechar, “estará más vulnerable al ataque de enfermedades de poscosecha”, por lo que habrá que tomar los recaudos sanitarios correspondientes.

Como viene ocurriendo hace varias temporadas, el ambiente productivo nos juega partidas diferentes, por lo que las estrategias de manejo del cultivo se deben adaptar a las condiciones cambiantes del clima.

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