Bolt tiene en el horizonte el final de su carrera

El jamaicano tiene 29 años y los Juegos de Río de Janeiro serán posiblemente su última gran competición. Por Ignacio Encabo - Agencia DPA.

NÚMERO UNO. Retirarse con éxito es otra meta que quiere alcanzar el jamaiquino. reuters (archivo) NÚMERO UNO. Retirarse con éxito es otra meta que quiere alcanzar el jamaiquino. reuters (archivo)
29 Agosto 2015
Retirarse en lo más alto, estirar hasta el final un dominio aplastante. Lo que tiene al alcance el atleta jamaicano Usain Bolt es algo que no logró anteriormente ninguna leyenda del deporte.

Ni Muhamad Alí, ni Pelé, ni Diego Maradona, ni Michael Jordan, ni Jack Nicklaus, ni Michael Schumacher, ni Lance Armstrong acabaron su carrera siendo los reyes. En muchos casos, incluso, terminaron hundidos.

El final de Bolt, la gran estrella del atletismo, está cerca. El jamaicano tiene 29 años y, después de ganar en Pekín 2015 su décimo oro mundial, aseguró que los Juegos de Río de Janeiro serán posiblemente su última gran competición.

El sprinter defiende en la ciudad carioca los títulos de 100, 200 y 4x100 metros y a la siguiente gran cita, el Mundial de Londres 2017, llegaría con 31 años. “Me encantaría estar en Londres, pero creo que el deporte no es tan divertido como solía ser. Es más exigente. No puedo disfrutarlo todo lo que querría porque tengo que sacrificarme mucho más”, dijo Bolt.

“Todo se trata de ver cómo me encuentro después de Río, de si realmente siento que mi cuerpo puede aguantar una temporada más. De si voy a estar centrado y con la determinación. Eso es lo que va a decidir si compito después de Río. Veremos cómo va todo”, añadió.

De momento, lo que está claro es que Bolt será la gran estrella de Río 2016. Su objetivo no está en una ciudad ni en una competición concreta, sino en los libros de historia. “Quiero ser el mejor atleta de todos los tiempos”, repite una y otra vez. Según “Sports Illustrated”, Bolt tiene un contrato con la firma deportiva Puma que incluye el Mundial de Londres. La empresa alemana le paga al sprinter, según la publicación, 10 millones de dólares al año y después de su retiro le embolsará cuatro por cada temporada como embajador de la marca.

Retirarse después de Río podría obligarle a renunciar a 20 millones, pero quizás sea el precio que tenga que pagar por no verse derrotado jamás en una gran final desde que explotó en los Juegos de Pekín 2008. Desde entonces, entre Mundiales y Juegos, sólo se le escapó el oro de los 100 metros de Daegu 2011, cuando no corrió por una salida nula.

Poner punto final a su carrera con otro trébol dorado en Río, donde aspira a convertirse en el primer atleta en ganar tres oros olímpicos consecutivos en 100 metros, supondría la rúbrica perfecta para Bolt. De algo similar no pudo disfrutar ninguno de los que se nombra en las listas sobre el “mejor deportista de todos los tiempos”. Ali perdió tres de los últimos cuatro combates que disputó, Maradona se vio envuelto en un caso de doping, Pelé acabó marcando goles en el Cosmos de Nueva York, Nicklaus ganó su último “major” de golf casi 20 años antes de decir adiós.

Más particulares son los casos de Jordan, Armstrong o Schumacher, tres leyendas que decidieron regresar una vez retirados. Jordan ganó tres anillos de la NBA en su primer regreso, pero en el segundo no pudo llevar a los Washington Wizards a los playoffs; Schumacher volvió a la Fórmula 1 en busca de un octavo título pero encontró frustración; a Armstrong le quitaron los siete Tour de Francia que tenía por doping.

La retirada de un gran deportista no es sencilla. Hay que saber cuándo, dónde y cómo. Bolt parece que lo tiene más o menos decidido: en 2016 y ganando otros tres oros olímpicos.

“Después de Río, como ya he dicho, mis patrocinadores quieren que siga un año más, pero mi entrenador me dijo: ‘Escúchame, si no te vas a tomar en serio los Mundiales de Londres es mejor que entonces igual no vayas’”, dijo en Pekín el jamaiquino.

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