Sin consenso, la crisis perdurará en el tiempo

 - -
El país, y sobre todo la región NOA en los aspectos netamente productivos, están atravesando por una grave situación económica, social y política, que arrastramos desde hace tiempo atrás y que seguramente seguirá, si las futuras autoridades que asumirán en la provincia a fin de este mes y las nacionales en diciembre no cambian el rumbo actual.

Debemos entender que todo lo que necesitamos no lo puede solucionar ningún partido político o sector empresario en soledad. Es necesario que todos asumamos, con total responsabilidad, que la única forma para poder revertirla rápidamente y con el menor costo social, es con un trabajo en común de todos los protagonistas políticos, empresarios, sindicales y sociales en una mesa de diálogo.

Hay prioridades con decisiones de políticas agropecuarias que deben consensuarse lo más rápido posible, y aplicarlas de manera urgente para solucionar la actual coyuntura, y después será el turno para proponer las políticas para el mediano y largo plazo, que le den al productor agropecuario la previsibilidad que actualmente no tiene.

El agricultor siempre tiene al alcance de las manos todas las herramientas necesarias para producir con eficiencia, mostrando la capacidad que tiene el agro para hacer su aporte para aumentar la producción, la transformación y la exportación de numerosos productos.

La clase política y las autoridades que conducirán el destino de Tucumán y del país por los próximos 4 años, conocen el potencial del complejo agroindustrial para poder fabricar los dólares y los puestos de trabajo que necesitamos y, si no es así, deben conocerlos.

El gran desafío

Sólo deben buscar la forma de acercarse a los sectores involucrados y consensuar rápidamente qué medidas tomar para el beneficio de la agricultura, ganadería y agroindustria nacional y regional.

Es necesario que todos los involucrados, de un lado o del otro lado de la calle, entiendan que la falta de diálogo y de consenso que se viene mostrando en el país, entre el sector productivo y el político de turno para lograr objetivos claros, solo dieron muy malos resultados que están a la vista.

Sin dudas será muy difícil consensuar, entre todos, las políticas de Estado, para poder cumplir con metas de producción y exportación en pocos años, pero ese es el mayor desafío de los sectores empresariales y políticos en los próximos años. Los números de la importancia que tiene el campo argentino en la economía nacional son claros y contundentes; existen diferentes estudios realizados al respeto que confirman dicha afirmación.

Según las diferentes estimaciones surgidas, tanto de organismos públicos como privados, el agro argentino genera alrededor de 2,7 millones de puestos de trabajo, y con las políticas correctas puede generar 500.000 empleos más, entre 2015 y 2019.

Según FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina), los resultados consolidados para 2013 indican que, ese año, las cadenas agroalimentarias crearon un poco más de 2,75 millones de puestos de trabajo en la Argentina, o sea alrededor del 17,1% del empleo total del país. Es decir, que 1 de cada 6 argentinos que trabaja lo hace en algún punto de las cadenas agroalimentarias, o más de 1 de cada 5 si sólo se considera el empleo privado.

De estos puestos, el 30,8% lo genera la cadena de granos, el 31,7% la cárnica y láctea, el 33,8% las producciones regionales y el 1,7% la maquinaria agrícola. Cada año que pasa queda demostrado que, directa o indirectamente, todas las actividades del país dependen del sector agroindustrial.

Para lograr mejorar la situación actual se deben generar bases sólidas de confianza y respeto, para lograr que el sector productivo siga mostrando lo que más sabe hacer y que es producir más.

Tucumán en rojo

En el caso particular de Tucumán, la situación es muy complicada en los sectores azucarero, hortícola, tabacalero y granario, en los cuales la inflación, los costos, los precios bajos, la presión tributaria y los inconvenientes para exportar muchos bienes están dejando en situación de quebranto a estos sectores.

Es por ello necesario tomar decisiones urgentes en la eliminación de los ROE, analizar las retenciones para cada región y producto, lograr la apertura de nuevos mercados y mantener importaciones de insumos necesarios para producir y, además, mantener el consumo de muchos productos.

Sin duda que el desafío que debe enfrentar la nueva conducción política que llega es muy grande.

Solo hace falta voluntad para consensuar y lograr recuperar todo el potencial del aparato productivo, para que trabaje a pleno y, de esa manera, nos permita salir de la crisis actual en la cual estamos inmersos.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios