Perderemos con el EI si la emoción supera a la razón

UNIDOS. Es la única forma en la que podemos vencer el terror. reuters UNIDOS. Es la única forma en la que podemos vencer el terror. reuters
28 Noviembre 2015

Frank Bruni

No sé cómo ganar la guerra contra el Estado Islámico, pero sí sé cómo perderla. El ataque contra París es una lección meticulosa y desmoralizante al respecto. Perderemos si a una matanza la sigue un debate sobre el camino a seguir impulsado por querellas partidistas y no por un intento maduro por abordar la comprensible ansiedad de los ciudadanos. Debemos reconocer que no se está haciendo lo debido por y para ellos.

Perdemos si el presidente Barack Obama no puede sacudirse su molestia con los críticos y su disgusto por la explotación xenofóbica de algunos destacados republicanos y eso le impide reexaminar su estrategia y reconocer que muchas dudas de los estadounidenses al respecto son serias y están justificadas. Él debió hacer algo diferente, algo más. Acababa de declarar, el día anterior a los ataques, que el EI había sido contenido y que se estaba debilitando. Obama debe tomar en cuenta el sentimiento público y poner atención al seleccionar sus palabras y calibrar su tono.

La forma de superar el miedo reflejo y visceral después de París no es burlarse y menospreciarlo. Es explicar, con seriedad y respeto, por qué sería imprudente seguir ciertos cursos de acción y cómo éstos contradicen los principios estadounidenses que deben ser un ejemplo conmovedor para todo el mundo.

Principios como el pluralismo, para empezar. Perderemos la guerra contra el EI si el baño de sangre de París se vuelve suelo fértil para malas ideas, como la de condicionar el ingreso de los refugiados a su religión, o poner a la religión como condición en general. Eso está sucediendo en EEUU.

Estados Unidos perderá la guerra contra el EI si no se pone serio respecto de sus candidatos presidenciales. Perderá la guerra contra el EI si son simplistas, si permiten que la emoción supere a la razón. Y la perderán si se vuelcan muy hacia adentro, unos contra otros, alejándose de los ideales hasta no distinguir qué es lo que verdaderamente pretenden proteger.

El mundo perderá la guerra contra el EI si nos perdemos a nosotros mismos. Así es como nos derrotaría el Estado Islámico.

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