04 Diciembre 2015
A VOTAR. Mario Leito pone su boleta dentro de la urna en el predio de AFA. captura de tv
BUENOS AIRES.- El desconcierto era mayúsculo y lo siguió siendo por las horas que le siguieron a ese bendito recuento de votos. Nadie entendía mucho lo que estaba sucediendo y algunos dirigentes tomaron la palabra para intentar llevar algo de cordura y, por qué no... agua para su molino.
El insólito empate 38 a 38 (había 75 asambleístas) no entraba en la cabeza de nadie y se rumoreaban miles de soluciones. Fue ahí cuando Daniel Angelici, presidente de Boca, levantó la mano y habló. El dirigente, que enfrentará sus propias elecciones en Boca el domingo, pidió que se repita la votación pero a mano alzada y a viva voz.
Inmediatamente reaccionó Mario Leito, quien manifestó su apoyo a Marcelo Tinelli desde hace rato y cruzó a su par “xeneize”. El monterizo descartó tal posibilidad, primero, advirtiendo lo que sería un gran problema minutos después: algunos dirigentes habían abandonado el recinto.
Segundo, pidiendo que se respete el estatuto de AFA que pide que si la votación debe realizarse nuevamente, tiene que sufragarse de la misma manera que en un principio. Es decir, en un cuarto oscuro y dejando el voto en condición de secreto. Del papelón no se salvó nadie, pero al menos Leito se hizo escuchar.
El insólito empate 38 a 38 (había 75 asambleístas) no entraba en la cabeza de nadie y se rumoreaban miles de soluciones. Fue ahí cuando Daniel Angelici, presidente de Boca, levantó la mano y habló. El dirigente, que enfrentará sus propias elecciones en Boca el domingo, pidió que se repita la votación pero a mano alzada y a viva voz.
Inmediatamente reaccionó Mario Leito, quien manifestó su apoyo a Marcelo Tinelli desde hace rato y cruzó a su par “xeneize”. El monterizo descartó tal posibilidad, primero, advirtiendo lo que sería un gran problema minutos después: algunos dirigentes habían abandonado el recinto.
Segundo, pidiendo que se respete el estatuto de AFA que pide que si la votación debe realizarse nuevamente, tiene que sufragarse de la misma manera que en un principio. Es decir, en un cuarto oscuro y dejando el voto en condición de secreto. Del papelón no se salvó nadie, pero al menos Leito se hizo escuchar.
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