Por Gustavo Frías Silva
26 Diciembre 2015
Los productores del sur de la provincia y de las zonas limítrofes del punto tripartito con Santiago del Estero y Catamarca, están muy preocupados de la situación que está generando la presencia de langostas en sus diferentes estadios, ya que la explosión poblacional que se observa actualmente en esa importante región productiva no fue nunca vista y genera cierto temor a lo que pudiese llegar a suceder si no es controlada rápidamente.
Desde el mes de julio pasado, cuando las mangas de langostas (Schistocerca americana) fueron detectadas en la zona central de Santiago del Estero, que luego se diseminaron a otras zonas, pusieron en alerta a las autoridades fitosanitarias nacionales y provinciales, buscando la forma de controlarlas a medida que la manga descendía en diferentes lugares.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ejecuta actualmente el Programa Nacional de Acrididos (langostas y tucuras), por el cual se realizan regularmente monitoreos y tareas de control, sobre la base de relevamientos habituales en las zonas donde habitan estos insectos, a partir de comunicaciones de productores, pobladores locales y de otras instituciones. A pesar de la ejecución del plan nacional, en esta oportunidad las mangas registradas tuvieron una magnitud inusitada, sin comparación en los últimos 40 años, lo que preocupa al sector.
Trabajo conjunto
Según videos y fotografías que se registraron en la zona y en diversas reuniones que se realizaron entre los organismos del Estado y los productores, preocupan no solo las mangas registradas, sino que la reproducción avanzó y se ven muchos focos e insectos ya nacidos y en diferentes etapas de su ciclo de vida ya avanzadas.
Esto obligó al Senasa a convocar a otros organismos para colaborar en el monitoreo y control de la plaga para evitar una mayor expansión en la región.
La articulación entre los organismos tiene como objetivo central prevenir impactos de las mangas en los cultivos, y aprovechar los recursos humanos y materiales aportados por instituciones nacionales, provinciales, municipales y de productores para profundizar las tareas de monitoreo y control.
Es necesario destacar que la reglamentación vigente como el Decreto-Ley N° 6.704, en su artículo 6° indica que los propietarios de los inmuebles que están afectados por la plaga deberán controlar la plaga con personal y elementos suficientes en toda la extensión de su propiedad, y realizarlo desde el momento de la aparición de los insectos y continuar su control hasta un adecuado control a juicio de los organismos sanitarios.
Los controles
En este artículo también se especifica que los organismos de control fitosanitario deben brindar toda la colaboración que sea solicitada, por lo que la responsabilidad de su control es de todos.
Los controles que hoy están realizando los productores y el personal de los organismos de control choca muchas veces con la movilidad de la plaga y en los sitios donde desciende, ya que muchas veces es difícil o imposible llegar a esos lugares para su control.
A pesar de ello se está actuando, según información suministrada por el Senasa, con todos los medios disponibles como mochilas, moto-mochilas, vehículos de todo tipo para el traslado de personal y sus elementos de control, incluso se realizaron muchísimas aplicaciones aéreas en lugares y momentos adecuados.
Se estima que el área ya aplicada supera holgadamente las 5.000 hectáreas, pero el esfuerzo debe continuar hasta el control efectivo de la plaga.
Defensa total
En la situación actual en que se encuentra la plaga en esa región, no se debe escatimar ningún recurso disponible para evitar daños mayores.
Y para ello, el trabajo mancomunado y coordinado entre los organismos del Estado, tanto nacionales como provinciales y comunales, conjuntamente con los productores y pobladores de esas zonas, es importantísimo para poder detectar a tiempo los focos y lograr su posterior y efectivo control.
Ademas las autoridades deben informar de manera oportuna y adecuada a toda la población de la región, y solicitar a los productores agrícolas y a todos los factores del Estado la colaboración para ayudar en el control de la langosta y evitar que las mangas nuevas que se puedan formar asolen a las producciones del lugar, y también a las de otras zonas más alejadas a las que pudiesen llegar con su vuelo.
El tiempo sigue pasando por lo que las langostas podrían seguir creciendo en número si los controles no son efectivos y coordinados, por lo que la toma de decisiones es urgente.
Desde el mes de julio pasado, cuando las mangas de langostas (Schistocerca americana) fueron detectadas en la zona central de Santiago del Estero, que luego se diseminaron a otras zonas, pusieron en alerta a las autoridades fitosanitarias nacionales y provinciales, buscando la forma de controlarlas a medida que la manga descendía en diferentes lugares.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ejecuta actualmente el Programa Nacional de Acrididos (langostas y tucuras), por el cual se realizan regularmente monitoreos y tareas de control, sobre la base de relevamientos habituales en las zonas donde habitan estos insectos, a partir de comunicaciones de productores, pobladores locales y de otras instituciones. A pesar de la ejecución del plan nacional, en esta oportunidad las mangas registradas tuvieron una magnitud inusitada, sin comparación en los últimos 40 años, lo que preocupa al sector.
Trabajo conjunto
Según videos y fotografías que se registraron en la zona y en diversas reuniones que se realizaron entre los organismos del Estado y los productores, preocupan no solo las mangas registradas, sino que la reproducción avanzó y se ven muchos focos e insectos ya nacidos y en diferentes etapas de su ciclo de vida ya avanzadas.
Esto obligó al Senasa a convocar a otros organismos para colaborar en el monitoreo y control de la plaga para evitar una mayor expansión en la región.
La articulación entre los organismos tiene como objetivo central prevenir impactos de las mangas en los cultivos, y aprovechar los recursos humanos y materiales aportados por instituciones nacionales, provinciales, municipales y de productores para profundizar las tareas de monitoreo y control.
Es necesario destacar que la reglamentación vigente como el Decreto-Ley N° 6.704, en su artículo 6° indica que los propietarios de los inmuebles que están afectados por la plaga deberán controlar la plaga con personal y elementos suficientes en toda la extensión de su propiedad, y realizarlo desde el momento de la aparición de los insectos y continuar su control hasta un adecuado control a juicio de los organismos sanitarios.
Los controles
En este artículo también se especifica que los organismos de control fitosanitario deben brindar toda la colaboración que sea solicitada, por lo que la responsabilidad de su control es de todos.
Los controles que hoy están realizando los productores y el personal de los organismos de control choca muchas veces con la movilidad de la plaga y en los sitios donde desciende, ya que muchas veces es difícil o imposible llegar a esos lugares para su control.
A pesar de ello se está actuando, según información suministrada por el Senasa, con todos los medios disponibles como mochilas, moto-mochilas, vehículos de todo tipo para el traslado de personal y sus elementos de control, incluso se realizaron muchísimas aplicaciones aéreas en lugares y momentos adecuados.
Se estima que el área ya aplicada supera holgadamente las 5.000 hectáreas, pero el esfuerzo debe continuar hasta el control efectivo de la plaga.
Defensa total
En la situación actual en que se encuentra la plaga en esa región, no se debe escatimar ningún recurso disponible para evitar daños mayores.
Y para ello, el trabajo mancomunado y coordinado entre los organismos del Estado, tanto nacionales como provinciales y comunales, conjuntamente con los productores y pobladores de esas zonas, es importantísimo para poder detectar a tiempo los focos y lograr su posterior y efectivo control.
Ademas las autoridades deben informar de manera oportuna y adecuada a toda la población de la región, y solicitar a los productores agrícolas y a todos los factores del Estado la colaboración para ayudar en el control de la langosta y evitar que las mangas nuevas que se puedan formar asolen a las producciones del lugar, y también a las de otras zonas más alejadas a las que pudiesen llegar con su vuelo.
El tiempo sigue pasando por lo que las langostas podrían seguir creciendo en número si los controles no son efectivos y coordinados, por lo que la toma de decisiones es urgente.
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