Futuro incierto para Tiger Woods

El golfista cumple 40 años lejos de sus mejores días.

30 Diciembre 2015

Britta Körber - DPA

Diseñador de campos de golf, administrador de un restaurante propio y subcapitán del equipo estadounidense de Copa Ryder. Tiger Woods cumple hoy 40 años con numerosos desafíos, pero el más importante de todos sigue siendo un misterio: ¿podrá volver a jugar a un alto nivel? 

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El dañado nervio de su espalda no le ha dado tregua, y tras dos operaciones -y otras cuatro anteriores en la rodilla- no está dispuesto a pasar otra vez por el quirófano. “No quiero otra operación. Y más allá de volver a jugar, me gustaría poder permitirme una buena vida con mis niños”, afirmó el californiano en una reciente entrevista con “Time Magazine”.

Una encuesta entre los 100 mejores profesores de golf de Estados Unidos revela que el 57 % no cree que Woods sea capaz de ganar alguna vez su 15° major. Su cuenta está parada en 14 desde el Abierto de EE.UU. de 2008.

Si lo quisiera, Woods podría competir en el US Open hasta 2018, ya que le corresponden 10 años de invitación. En el Abierto Británico podría participar hasta los 60 y en el PGA Championship de por vida. Pero ni eso le garantizaría cumplir su ambicioso anhelo de alcanzar el récord de 18 majors de Jack Nicklaus.

No sólo por un declive natural, sino también por la irrupción de una generación de jóvenes estrellas, liderada por su compatriota Jordan Spieth. El “viejo Tiger” ya no intimida.

El extraño puesto 416 en el ranking refleja el descenso de la superestrella, que a fines del 2014 ocupaba la posición 32. Los números no le alcanzan para estar en los Juegos de Río 2016, donde el golf volverá a ser olímpico.

“Esto ya no divierte”, reconoció en julio en el British Open tras fallar un nuevo corte en un major. Toda una afrenta para un jugador que, entre 1998 y 2005, jamás había quedado fuera de las jornadas finales en los grandes torneos. “Está perdido. El artista se ha vuelto un mecánico”, dijo recientemente el ex golfista y comentarista televisivo Paul Azinger. Mientras tanto, Woods disfruta de sus hijos y de sus nuevos emprendimientos. A fines del año pasado se estrenó el primer campo diseñado por él en México y en agosto inauguró un restaurante en Florida. También se dedica a su fundación, que lleva adelante distintas actividades de ayuda a la comunidad.

Sin embargo, los problemas fuera del campo lo siguen persiguiendo. Su ex caddie Steve Williams publicó recientemente un libro en el que acusó a Woods de tratarlo como un esclavo, aunque los aficionados le recuerdan que se hizo millonario acompañando a Tiger.

La vida privada de Woods, no obstante, luce ahora menos turbulenta. Tras su escandalosa separación con Elin Nordegren y la fallida relación con la esquiadora Lindsey Vonn, el estadounidense asegura tener toda la energía puesta en su paternidad, su gran refugio fuera del golf.

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