Pese a las lluvias, sólo falta sembrar 5% de soja

Las precipitaciones comenzaron antes de lo previsto por los productores de la oleaginosa.

BUEN NACIMIENTO. La siembra de soja avanzó sin problemas graves en la provincia y las plantas pudieron emerger del suelo sin inconvenientes serios. agritotal.com BUEN NACIMIENTO. La siembra de soja avanzó sin problemas graves en la provincia y las plantas pudieron emerger del suelo sin inconvenientes serios. agritotal.com
16 Enero 2016
Mario Devani, coordinador del Programa Granos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), resaltó que, en términos generales, la presente campaña de soja se viene desarrollando con suficiente agua. “Lo primero que debo resaltar de esta campaña de soja es que se cumplió con lo que indicaban los pronósticos climáticos: las lluvias estuvieron por arriba de los valores normales, ya que las registradas durante noviembre y diciembre de 2015 superan entre el 50% y el 100% los valores promedios, dependiendo de las zonas. Además, las precipitaciones que tuvimos en lo que va de enero de 2016 muestran un comportamiento parecido o mayor”, argumentó el experto.

El profesional señaló que las lluvias comenzaron temprano, por lo que se esperaba que las siembras se concretaran de igual manera, pero no fue así. Esto debido a que los productores no venían adelantando el trabajo, en razón de que durante las campañas pasadas no había suficiente humedad en los suelos y tampoco contaban con los medios financieros suficientes.

Esto, según Devani, hizo que la campaña de siembra no arranque a fines de noviembre, como debería ser, sino que comience durante la primera quincena de diciembre.

Las lluvias a mediados de diciembre se hicieron esperar, pero luego se prolongaron en lo que va de enero; esto hizo que la siembra de la soja aún no finalice. Devani dijo que el grueso de la superficie ya está sembrado y faltaría entre el 5% y el 10%. Calculó que después de estas lluvias finalizaría la siembra.

Los productores que pudieron aprovechar las lluvias tempranas y lograron sembrar toda la soja ya realizaron también parte de la siembra de maíz que tenían programada. “Podemos decir que están bien y que las lluvias siguen aportando agua al suelo. Esto a algunos productores los benefició, pero a otros las lluvias les complicaron las siembras. Hubo planchados de suelo, por lo que se debieron realizar resiembras, y se atrasaron barbechos y siembras, por lo que al día de hoy todavía no finaliza la siembra”, detalló Devani.

En lo referente a los barbechos, el experto advirtió sobre un gran problema de malezas en la zona. “Ya no sucede lo de años atrás, cuando uno aplicaba glifosato y 2,4D y solucionada el control de malezas. Ahora se incrementó masivamente el uso de graminicidas, debido a la gravedad del problema de malezas gramíneas anuales, como el eleusine, brachiaria, equinocloa, y las perennes, como el pasto plumero, digitaria y el pasto ruso resistente”, explicó.

Actualmente, las malezas están influyendo negativamente en el desarrollo del cultivo e incrementando muchísimo los costos de producción. “Ante esta situación, productores apelaron a la utilización de paraquat para cierre en doble golpe, con una aplicación después de siete a ocho días del barbecho y la otra inmediatamente después de la siembra”, indicó Devani.

El coordinador del Programa Granos de la Eeaoc recordó que, en el cultivo de soja, cuando se presentan las dos especies de borrelias también se usa glifosinato.

Recordó que en campañas anteriores, en el momento de la siembra de soja, solamente se aplicaba 2,4D y glifosato; mientras que en la actualidad, además de esos dos productos, se utilizan graminicidas, paraquat y glifosinato. A esto se suman los herbicidas usados después de la siembra para atacar aquellas malezas que se podrían escapar o que son resistentes y que requieren aplicación de pre-emergentes. Devani dijo que el “ataco resistente” hoy es un grave problema a enfrentar.

Por otro lado, con las lluvias están controlados los problemas de picudos, que hoy muestran poblaciones bajas, por lo que el productor está usando curasemillas.

“Esto: lluvias y curasemillas, no sólo mantendría a raya al picudo, sino también a los complejos de oruga que, al inicio del cultivo, son bastante perjudiciales, como la bolillera, que tampoco está presente. Además se suma el alto porcentaje de soja Bt, que también ayuda mucho”, añadió. Devani resaltó que tenemos lluvias, alta humedad atmosférica y temperaturas moderadas, factores todos que deben ser tenidos en cuenta en el momento en que la soja entre a su estado reproductivo.

Finalmente, apuntó que este será un año en el que el productor deberá estar atento para controlar las enfermedades, sobre todo las de fin de ciclo.

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