Bélgica se interpone entre Argentina y Cuba

Los atentados perpetrados en Bruselas obligaron a Obama a dedicar gran parte de su discurso a la lucha contra el terrorismo. Por Irene Benito, enviada especial.

ENCUENTRO. Obama y Macri brindaron una conferencia de prensa luego de una reunión privada. REUTERS ENCUENTRO. Obama y Macri brindaron una conferencia de prensa luego de una reunión privada. REUTERS
La gira de Barack Obama sufrió un traspié evidente ayer. Aunque su agenda en Cuba y en Argentina se desarrolló según lo previsto, la atención de los estadounidenses está en Bruselas y en los efectos de la acción devastadora de ISIS. Ello quedó de manifiesto este mediodía en la Casa Rosada, en la conferencia que brindó con el presidente Mauricio Macri: las dos preguntas formuladas por la prensa extranjera pusieron énfasis en el ataque terrorista perpetrado el martes en la ciudad belga.

Lejos del orden del día argentino (tratado de libre comercio; autocrítica por la política anticomunista durante los años 70; inversiones y acuerdo con los acreedores de deuda no reestructurada), los enviados de la prensa estadounidense trasladaron a Obama los cuestionamientos que, puertas adentro del país, este recibió por no suspender la gira por La Habana y Buenos Aires. Ese interés obligó al jefe de la Casa Blanca a dedicar gran parte de su intervención ante los medios a explicar las medidas que adoptó respecto del atentado terrorista de Bruselas y su visión sobre un fenómeno complejo que, según su opinión, debe ser enfrentado no ya por Estados Unidos sino por un mundo unido. Obama ratificó el rumbo de las decisiones que tomó para contener el avance de ISIS y dijo que, llegado el caso, no iba a dudar en aumentar la presión militar en las zonas donde el grupo actúa. "Pero el asunto es cómo hacerlo", se sinceró el jefe de Estado en el Salón Blanco de la Casa Rosada.

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