04 Abril 2016
EFECTO 46. El merchandising de Valentino Rossi se vende como pan caliente.
LAS TERMAS.- ¿Cuál es el número más famoso de MotoGP de los últimos tiempos? El 46. “Los tomates”, diría un apostador de quiniela. Un término que podría ser considerado una herejía por los fanáticos en referencia a la idolatría que genera el piloto que lo porta, pero que aquí permite hacer un juego de palabras: cuando los miembros del “club” lo ven y lo lucen, se sienten en su “salsa”.
Donde quiera que uno se instale en el autódromo de Las Termas, aparece el 46. Remeras, pantalones, camisas, gorras, calzas, ropa interior, medias, tops, faldas, pelucas, sombreros, anteojos y una lista que podría extenderse, pero que es mejor dejar librado a la imaginación.
El color también importa: nada de rojo, para empezar. Mucho amarillo, azul-celeste, algo de verde. Y una variedad de diseños y formas que compiten en ligas muy distintas, según sea el origen del producto en cuestión.
Claro, como hay bolsillos y bolsillos. Si muchos se “conformaron” con pagar entre $100 y $130 por una gorra de procedencia indefinida, en el sitio oficial había que desembolsar entre $900 y $1.100. ¿Remeras? $190/300 vs. $1.600/2000. Y así.
¿Hay manera de entender tanta idolatría, tanta identificación con Valentino Rossi? Se han escrito extensas notas al respecto, incluso algún libro. La cuestión ocupa a la televisión, se multiplica como una pandemia en las redes. Pero lo cierto, lo palpable, lo emocionante, lo increíble, es lo que transmite la gente. Y ese 46 puesto donde mejor les siente. (Enviado especial)
Donde quiera que uno se instale en el autódromo de Las Termas, aparece el 46. Remeras, pantalones, camisas, gorras, calzas, ropa interior, medias, tops, faldas, pelucas, sombreros, anteojos y una lista que podría extenderse, pero que es mejor dejar librado a la imaginación.
El color también importa: nada de rojo, para empezar. Mucho amarillo, azul-celeste, algo de verde. Y una variedad de diseños y formas que compiten en ligas muy distintas, según sea el origen del producto en cuestión.
Claro, como hay bolsillos y bolsillos. Si muchos se “conformaron” con pagar entre $100 y $130 por una gorra de procedencia indefinida, en el sitio oficial había que desembolsar entre $900 y $1.100. ¿Remeras? $190/300 vs. $1.600/2000. Y así.
¿Hay manera de entender tanta idolatría, tanta identificación con Valentino Rossi? Se han escrito extensas notas al respecto, incluso algún libro. La cuestión ocupa a la televisión, se multiplica como una pandemia en las redes. Pero lo cierto, lo palpable, lo emocionante, lo increíble, es lo que transmite la gente. Y ese 46 puesto donde mejor les siente. (Enviado especial)