Los controles viales deben ser más rigurosos

Después de las lluvias que se dieron en Tucumán durante casi todo el mes de mayo, los citricultores locales están nuevamente cosechando en las quintas de limones y enviándolos a los mercados de la Unión Europea y otros con similares restricciones cuarentenarias, cuya fruta, en general, está bien, a la vez que los tratamientos fitosanitarios y el cumplimiento de los protocolos para exportar a la UE están siendo cumplidos por los productores en sus unidades productivas inscriptas.

Hoy, la gran preocupación del sector no pasa por lo que pueda suceder con las lluvias y en los parates que se pudieran producir en la cosecha, sino en lo que pudiera llegar a pasar con el HLB, donde los productores siguen pidiendo que se profundice la aplicación del Programa Nacional de Prevención del HLB, una enfermedad que debe asustar al sector por la peligrosidad que esta representa para la actividad citrícola tucumana.

La preocupación es real, porque si la enfermedad ingresa a la región y a Tucumán sería catastrófico para nuestra segunda actividad económica. En esto hay que ser claros: todos son responsables de que el HLB no ingrese y hablamos de los Estados nacional y provincial, de las instituciones y los productores.

El Estado debe bregar por que se cumpla la normativa vigente y los productores por cumplirlas, cuidando sus quintas y evitando traer a Tucumán plantas o frutas contaminadas.

El sector, en general, pide que se profundicen los controles de barreras para evitar que fruta, material verde o plantas que pudieran venir de otras zonas productoras puedan traer al insecto vector o lo que es peor a la bacteria, que por suerte todavía no está en el país establecida, pero sí apareció en focos detectados y erradicados en Misiones.

Las conversaciones que llevan a cabo los Estado provincial y nacional con los factores productivos, sirven para definir estrategias que logren proteger a la citricultura en general, pero deben poner especial énfasis en proteger a la principal región productora de cítricos, por los efectos negativos que se pueden dar si aparece la bacteria en el NOA. Esta enfermedad, si ingresa en las plantaciones, en breve tiempo irán disminuyendo la producción y terminará matando a las plantas infectadas. Por ello, todas las actividades tendientes a prevenir el ingreso del HLB en la región deben ser realizadas permanentemente.

En general, todos los técnicos vinculados a la citricultura a nivel mundial consideran que una de las mejores armas para no tener HLB es la prevención y que, para que ello suceda, no hay nada mejor que cumplir con lo que las normativas establecen.

Los procedimientos llevados a cabo el jueves último en el límite entre Tucumán y Santiago del Estero, sobre la ruta nacional N°9 para el decomiso de fruta procedente del NEA que no cumplía con la normativa vigente, deben servir de ejemplo para que no vuelvan a suceder estas cosas.

El trabajo mancomunado del Senasa, del gobierno de Tucumán, de la Asociación Fitosanitaria del Noa (Afinoa), con la apoyatura de la Justicia Federal y las Fuerzas de Seguridad permitieron que fruta con dudosa procedencia no pudiera ingresar a la región y que pueda poner en peligro a la segunda actividad agroindustrial de Tucumán, si el agente vector o la bacteria estuvieran presente en dichas cargas. Por ello, es necesario que todos los sectores involucrados sigan teniendo el mismo norte, para lograr blindar nuestra región y provincia y evitar que, tarde o temprano, esta enfermedad se haga presente.

Procedimientos en los que se destruya fruta no deben suceder, para lo que es fundamental cumplir con las normativas.

Es por ello que debe afianzarse todo el trabajo en conjunto que se realizan actualmente el sector público y privado. Los movimientos de material vegetal si o sí deben cumplir con todos los requisitos sanitarios y evitar, de cualquier manera, el ingreso a la zona productora de material que no cumpla con las exigencias fitosanitarias. El sector citrícola local pide a las autoridades de aplicación de la normativa que regula el Programa Nacional de Prevención del HLB que sea estricta y que todos, sin excepción, las cumplan.

Los controles en ruta realizados en la barreras fitosanitarias existentes deben ser más efectivos y rigurosos, para que algún día se logre controlar a todos los vehículos que ingresan a la provincia sumando los controles móviles permanentes recorriendo las rutas de Tucumán buscando infractores y que sean realizados por los agentes. Ya no deben existir argumentos de falta de Presupuesto para que el programa se cumpla, ya que está demostrada la importancia de la citricultura y la peligrosidad de la enfermedad. El futuro de la citricultura solo depende que se logren cumplir los objetivos trazados sin miramientos por las normativas reglamentadas por las autoridades fitosanitarias, que en algunos casos deben adecuarlas a las necesidades de la región, y ser cumplidas no solo por el sector productivo sino por todos los que habitamos este bendito país.

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