El INTA desarrolla un programa para producir más carne vacuna

Con mayor peso de faena y puliendo el manejo, se logra que la misma cantidad de animales rindan más

ESTRATEGIA. Un experto recomendó realizar ciclos ganaderos completos. ESTRATEGIA. Un experto recomendó realizar ciclos ganaderos completos.
04 Junio 2016
BUENOS AIRES.- La Argentina necesita aumentar la producción de carne vacuna. Al final de la década pasada, las políticas del gobierno kirchnerista y dos severas sequías redujeron el rodeo en más de 10 millones de cabezas. Según el INTA, entre 2011 y 2013 los productores lograron crecer de 47,8 millones de cabezas a 51 millones, pero están lejos de los 60 millones de animales de hace 10 años.

Ahora, con el mercado abierto, el problema es que el saldo exportable todavía es escaso porque el mercado interno es muy fuerte: hay 44 millones de argentinos que consumen unos 60 kilos de carne per cápita cada año. Frente a esta encrucijada, un grupo de técnicos del INTA recomienda pulir el manejo en cada etapa del ciclo ganadero (cría, recría y engorde) con el objetivo de llevar el peso final de los animales hasta los 450 kilos.

La idea es conocida. Como es más complejo y lento aumentar el tamaño del rodeo (un proceso que puede llevar cinco años y está condicionado por el avance de la frontera agrícola y la cantidad de potreros disponibles), una posibilidad es apostar a aumentar el peso de faena: producir más carne con la misma cantidad de animales.

Aníbal Pordomingo, coordinador del Programa Nacional de Producción Animal del INTA, recordó que elevar la tasa de procreo para aumentar el rodeo requiere más tiempo que incrementar el peso de faena, que es la variable de mayor sensibilidad para mejorar la eficiencia productiva del stock nacional y la rentabilidad de las pequeñas empresas. También planteó que los esquemas pastoriles y semipastoriles tienen mucho potencial para adoptar esta estrategia.

Con esta idea en la mira, Francisco Santini, especialista del INTA Balcarce, recomendó la realización de ciclos ganaderos completos o procesos de cría más recría según las posibilidades productivas de cada zona. “Esto le da plasticidad al sistema: si hago cría y recría, y se tengo una situación ambiental compleja, vendo la recría y me quedo con el capital de hacienda: las vacas”, argumentó. En cambio, si las condiciones son favorables o hay disponibilidad de alimento a bajo costo, se puede hacer cría, recría y engordar una parte de esa recría.

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