HOUSTON,Texas (Por Cecilia Caminos).- La Copa América Centenario ayudó a la selección de Estados Unidos a tener un poco más en claro cuál es su lugar en el fútbol internacional, en momentos en que el deporte empieza a ganar espacios en un país donde hasta ahora sólo reinaba el baloncesto, el fútbol americano y el béisbol.
"Cuanto más seguido podamos jugar estos torneos, más vamos a aprender", afirmó el técnico de Estados Unidos, Jürgen Klinsmann, satisfecho con haber quedado entre los mejores cuatro, pese a la goleada por 4-0 de Argentina en semifinales que dejó sin reacción al conjunto liderado por el "cowboy" Clint Dempsey.
"Si podemos volver a jugar con Argentina, hagámoslo; o con Brasil, hagámoslo, aunque suframos luego estas lecciones, es una oportunidad para seguir creciendo", remarcó el entrenador alemán.
El técnico llenó de elogios a la Albiceleste: "hay que darle nuestras felicitaciones a Messi y sus compañeros; son de otra clase. No hay que avergonzarse, vamos a seguir adelante, tenemos mucho que aprender y haber llegar a semifinales fue un orgullo", manifestó.
Klinsmann indicó que el gol de Lavezzi a los tres minutos influyó en el desarrollo del partido: "le tuvimos mucho respeto a la Argentina y ese gol en el inicio del partido ayudó; mis jugadores lo sintieron en el campo".
Klinsmann basó su trabajo en esta Copa en alimentar la confianza de sus jugadores y ubicarlos en un nuevo escenario del fútbol internacional. El primer paso fue el Mundial de Brasil 2014. La clasificación en el grupo, dejando afuera al Portugal de Cristiano Ronaldo, fue un hito para el técnico alemán, aunque la selección estadounidense cayó luego en octavos de final con Bélgica por 2-1.
La Copa América Centenario lo obligó a jugar con selecciones sudamericanas de mayor nivel que sus habituales rivales en la Concacaf.
"Los semifinalistas son equipos que están en los puestos 1, 3, 5 y 31 en el ranking mundial", declaró el presidente de la Federación de Fútbol de Estados Unidos Sunil Gualati a la publicación "Sports Illustrated" tras la derrota en Houston.
El partido con Argentina es un buen ejemplo "para juzgar dónde nos ubicamos en el escenario general, y estamos obviamente aún muy lejos", sostuvo el directivo. El periódico "USA Today" señaló que el equipo anfitrión "no se puede medir con Messi".
"El equipo de Klinsmann no tuvo ni la potencia de fuego ni la profundidad para retar al equipo que alcanzó la final del Mundial de Brasil 2014. Pero de todas formas lo ocurrido en Houston ha generado un cambio notable para los estadounidenses y ha alterado, en cierto modo, la faz del programa de cara a la próxima fase de clasificación para la Copa Mundial. (DPA)