El crimen del recluso genera temor entre los vecinos del barrio

Mientras la policía busca a un tal “Mechudo”, los habitantes de ese sector de la ciudad piden mayor protección policial

EN LLAMAS. La causa del presunto homicida tras el ataque del martes. la gaceta / foto de hector peralta EN LLAMAS. La causa del presunto homicida tras el ataque del martes. la gaceta / foto de hector peralta
23 Junio 2016
“Esto es una vergüenza. La Policía recién aparece cuando estos delincuentes de los ‘transas’ matan a alguien. Mientras tanto, los vecinos seguimos padeciendo por su violencia”, aseguró Marcos Jiménez, vecino del barrio San Roque, de Villa 9 de Julio. Han pasado más de 24 horas del crimen de Sergio Luis Ortiz y nadie vive tranquilo en la zona. “Sabemos que esto puede continuar, pero lo grave del caso es que a ellos no les importa nada. Disparan cuando se cruzan en la calle”, agregó el vecino, que dice que ya no le importa ser “marcado” por hablar con LA GACETA. La Policía, por pedido del fiscal Diego López Ávila, busca a un tal “Mechudo”, principal sospechoso de haber ejecutado al joven que gozaba de un permiso extramuros cuando fue ultimado de un disparo en la cabeza.

Los investigadores sospechan que el homicida es un conocido “transa” de la zona. Además de tener antecedentes por robo, personal de la Dirección General de Drogas Peligrosas de la Policía lo estaba investigando al sospechar que manejaba un quiosco de narcomenudeo.

“Todo el barrio sabía lo que hacía ese señor. Ahora es famoso porque mató a alguien. Era conocido en la zona. Es más, es al único que le dieron un módulo habitacional de la manzana. Ellos hacen lo que quieren y nadie les hace nada”, dijo Carmen, una vecina que pidió que su apellido se mantuviera en reserva. LA GACETA intentó infructuosamente comunicarse con la plana mayor de la Policía para que dieran a conocer su opinión de los vecinos.

Mientras tanto, personal de la División Homicidios, al mando de los comisarios Hugo Cabezas y Sergio Cuellar, busca al sospechoso en otros barrios de la periferia ubicados en Banda del Río Salí. Sospechan que allí podría haber sido refugiados por otras personas que estarían vinculadas al negocio de la venta de sustancias prohibidas.

En el barrio San Roque los familiares de la víctima, los mismos que quemaron la casa del “Mechudo” y al menos tres motos que serían de su propiedad, no se cansaban de reclamar Justicia. “Él cometió un error y lo estaba pagando en la cárcel. Allí descubrió la ‘macana’ que se mandó y cambió su conducta. Le dieron una salida porque estaba se estaba rehabilitando y quería cambiar de vida”, aseguró María Laura Jerez, allegada al joven.

El error al que se refirió la chica fue un homicidio. En febrero de 2011 Ortiz ultimó de un balazo en el pecho a Alicia Ramona Reynada en el barrio Las Tipas, de El Colmenar.

Según pudo comprobarse en el juicio, el joven fue a buscar a los hermanos de la víctima con los que tenía una pésima relación. Disparó en contra de la casa e hirió mortalmente a la joven. Por este hecho fue condenado a ocho años de prisión.

Los jueces de la Sala III, en base a los informes que recibieron, decidieron otorgarle un permiso extramuros a para que estrechara vínculos con su familia. Salió el martes a las 8 de la mañana del penal de Villa Urquiza y tenía que regresar a las 20. Dos horas antes fue ejecutado a unos 50 metros de la vivienda donde había prometido permanecer durante su permiso.

Hasta el momento no se sabe cuáles fueron los móviles del crimen. El único dato concreto aportado por los testigos es que el “Mechudo”, por un problema que habían tenido hace unos 20 días, les prohibió que pasaran por la cuadra, caso contrario, los atacaría. Y el martes habría cumplido su promesa.

“Esto no quedará así. Seguirán peleándose y matándose entre ellos. Lo grave del caso es que la Policía no entra por esta zona y quedamos desprotegidos. También sufrimos las consecuencias de estos enfrentamientos”, indicó José Lencina, otro vecino que teme que ocurra lo peor en Villa 9 de Julio.

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