15 Julio 2016
NIZA, Francia.- Una tucumana contó cómo vivió el atentado en Niza. La profesora Jane Yocca estaba junto a su familia a 50 metros de donde un camión avanzó a toda marcha sobre la multitud y mató al menos a 84 personas y dejó 50 heridos de gravedad. "Estaba junto a mi marido, mi hijo, mi hermano y su mujer. Nos estábamos yendo cuando vimos una estampida de gente corriendo hacia nosotros. No entendíamos nada pero empezamos a escuchar tiros", relató.
La familia se había reunido en un bar de la avenida costanera a tomar algo mientras se desarrollaban los festejos por el día de la Bastilla, con un show de fuegos artificiales y un desfile. "Los dueños de la confitería nos piden que entremos y nos tiremos al piso. Durante 10 minutos vimos como corría la gente despavorida", dijo en estado de shock en diálogo con "La Nación".
Jane y su familia se fueron del bar, cruzaron la calle y se alojaron en la habitación de una joven junto a 15 personas, en el tercer piso de un hotel. "No conocíamos a nadie. Fueron 45 minutos sin información sobre qué estaba pasando. Estábamos todos en shock. Nos ayudó mucho la gente del hotel, que luego de esperar, nos pidió que salgamos y nos alejemos hacia la ciudad vieja de Niza", contó Jane.
"Fue todo un caos. Había mucho miedo de que hubiera más atentados. Tardamos tres horas en volver a nuestro departamento que queda en el puerto. Ahora estamos tratando de recuperarnos de esta tremenda experiencia indeseada e inesperada. Estoy muy movilizada", expresó angustiada durante la madrugada.
"Acá se vive con mucha incertidumbre y tristeza. A los anteriores atentados le sumamos este y eso genera miedo en la gente. Es una cruel realidad la de estar paseando junto a tu familia y que te toque morir", concluyó la profesora tucumana.
La familia se había reunido en un bar de la avenida costanera a tomar algo mientras se desarrollaban los festejos por el día de la Bastilla, con un show de fuegos artificiales y un desfile. "Los dueños de la confitería nos piden que entremos y nos tiremos al piso. Durante 10 minutos vimos como corría la gente despavorida", dijo en estado de shock en diálogo con "La Nación".
Jane y su familia se fueron del bar, cruzaron la calle y se alojaron en la habitación de una joven junto a 15 personas, en el tercer piso de un hotel. "No conocíamos a nadie. Fueron 45 minutos sin información sobre qué estaba pasando. Estábamos todos en shock. Nos ayudó mucho la gente del hotel, que luego de esperar, nos pidió que salgamos y nos alejemos hacia la ciudad vieja de Niza", contó Jane.
"Fue todo un caos. Había mucho miedo de que hubiera más atentados. Tardamos tres horas en volver a nuestro departamento que queda en el puerto. Ahora estamos tratando de recuperarnos de esta tremenda experiencia indeseada e inesperada. Estoy muy movilizada", expresó angustiada durante la madrugada.
"Acá se vive con mucha incertidumbre y tristeza. A los anteriores atentados le sumamos este y eso genera miedo en la gente. Es una cruel realidad la de estar paseando junto a tu familia y que te toque morir", concluyó la profesora tucumana.
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